El problema es que este tipo de billetes de la moneda estadounidense están regados por el mundo, y no se sabe quiénes son sus principales tenedores.
El billete de más alta denominación de la moneda estadounidense, en decir, el de US$100, cuyo mayor distintivo es la cara de Benjamín Franklin, es ahora más popular en el resto del mundo, que en el propio mercado local.
Así lo han hecho caer en cuenta, recientemente, economistas del Banco de la Reserva Federal de Chicago, y del mismo Fondo Monetario Internacional, sorprendidos por la avalancha de dólares más allá de las fronteras de Estados Unidos.
El volumen es tal, que ya superó en circulación al billete de US$1, que tuvo hasta el 2017 el mayor peso en los bolsillos y cajas fuertes, a nivel local y en el extranjero.
Se calcula que el dinero circulante en la economía estadounidense es del orden de los 1,5 trillones de dólares, representados en su mayor parte en billetes de 1, 100 y 20 dólares; y en mucho menor proporción por billetes de 2, 5, 10 y 50 dólares.
Lo que poco se sabía es que más del 60 por ciento de todos los billetes, en todas sus denominaciones, y cerca del 80 por ciento de los billetes de US$100, se encuentran en el extranjero, según un estudio realizado por la economista Ruth Judson, de la Reserva de Chicago.
Es por ello, que se ha empezado a hablar del “boom de los Benjamines”, pues ninguna otra moneda puede encontrarse en todos los rincones del mundo.
Judson asegura además, que el torrente de billetes de 100 dólares, empezó a desbordarse a partir de la crisis financiera registrada en el 2008.
Al respecto, se han citado algunas explicaciones e inquietudes alrededor del fenómeno del billete de 100, las cuales han sido consignadas por Melinda Weir, funcionaria del FMI, en un reciente artículo.
Para el profesor de economía de Harvard, Kenneth Rogoff, el dólar se ha afianzado como única moneda global y activo de primera línea en las reservas internacionales, de los distintos países. Observa igualmente, que el euro se estancó y el renminbi está lejos de alcanzarlo.
No obstante, señala que los billetes de alta denominación constituyen, en diferentes países, un instrumento para la evasión de impuestos y las actividades ilegales. Aparte del posible temor a una nueva crisis bancaria, es una realidad que los negocios de bienes raíces en las principales ciudades del mundo, se realizan con maletas llenas de efectivo.
También puede ser un reflejo de una economía marcada excepcionalmente por las bajas tasas de interés y una baja inflación, sostiene Rogoff.
Precisamente, para evitar efectos perjudiciales, el Banco Central Europeo, dejó de emitir el billete de 500 euros, a comienzos del presente año. En igual sentido el banco central de India suspendió la circulación de billetes de 1.000 y 500 rupias. El exsecretario del Tesoro de los Estados Unidos, Lawrence Summers, es uno de los abanderados de la política de eliminar billetes de alta denominación.
Para el asesor del FMI, Nadim Kyriakos- Saad, no siempre es correcto vincular el dinero en efectivo con la corrupción y la economía criminal, ya que, en el mundo de la digitalización de los sistemas de pago y la trazabilidad, algunas personas prefieren el anonimato, lo cual también es legítimo.
Sin embargo, señala, no se puede desconocer que los billetes de grandes denominaciones son un gran atractivo para las economías informales y clandestinas.
Aunque otras monedas, también tienen demanda en el extranjero, ninguna como el dólar es la preferida, afirma Judson. El problema es que casi el 80 por ciento de los billetes de cien dólares, están regados por el mundo, pero no se sabe quién los tiene, señalo.
https://www.portafolio.co/economia/finanzas/el-80-de-los-billetes-de-us-100-no-circula-en-ee-uu-533174
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