viernes, 1 de enero de 2016

Menor liquidez llevará a los bancos a ofrecer mejores tasas a ahorradores



Jorge Castaño - Superintendente Financiero Para evitar la iliquidez, les han pedido a los bancos que vuelvan más atractivos sus productos de depósitos y así poder captar más recursos.

La financiación de las 4G no solo implicará un reto para los bancos en plazos y tasas. También los forzará a buscar nuevas formas de fondeo, con menos emisiones de bonos y más beneficios para los ahorradores.





En octubre ocurrió un fenómeno poco común en el sistema financiero colombiano, que se destaca por su solvencia y fortaleza. El Gobierno se vio forzado a retirar de sus cuentas de ahorro entre $16 billones y $19 billones para pagar vencimientos de Títulos de Tesorería (TES), generando preocupación entre los bancos, que se quejaron de una falta súbita de liquidez.

Si bien los principales tenedores de TES son los mismos bancos, a los cuales el Gobierno les devolvió unos $11 billones como pago por dichos títulos, el dinero que no regresó a sus arcas les generó preocupación, aunque al poco tiempo el tema se arregló y la liquidez del sistema volvió a la normalidad. 

Esta no sería más que una anécdota, de no ser por el hecho de que para el año entrante existen serias preocupaciones por la liquidez del sistema financiero nacional, que deberá enfrentar un contexto de tasas de interés al alza, en una economía desacelerada y con un nuevo negocio a la vista, que será la financiación de las vías de cuarta generación, conocidas como 4G, que les demandará más recursos de los habituales.

El temor por la iliquidez se basa en el hecho de que los bancos han subido las tasas de interés que reconocen por los depósitos, al tiempo que están emitiendo bonos en el mercado de valores con 100 o 200 puntos básicos por encima de lo usual; lo que evidencia que están urgidos de plata.

Hasta mediados de noviembre estaban dando una tasa de interés promedio de 2,83% en las cuentas de ahorro, nivel que no se veía desde marzo de 2013, al tiempo que por los CDT a 180 días pagaban más de 6%, algo no registrado desde 2009 (obviamente esto aplica para los saldos altos, más de $20 millones).

Munir Jalil, economista del Citibank, no ve el tema de la liquidez como una preocupación, pues prueba de ello es que hasta el cierre de esta edición el Banco de la República no había hecho su tradicional anuncio de liquidez de fin de año con el que le inyecta más recursos al sistema para que atienda la demanda decembrina. 

En donde Jalil sí ve posibles problemas es con la financiación para las 4G, pues esta entrará a competir con los demás tipos de crédito que dan los bancos, pues es probable que la plata no les alcance para todos.

Se estima que para las concesiones de las 4G y para las Alianzas Público Privadas (APP) los bancos tendrían que desembolsar $1 billón mensual, que se adicionarían a los $1,2 billones al mes que entregan solo para créditos comerciales.

Algunos analistas prevén que para fondear los recursos destinados a infraestructura, los bancos van a hacer más emisiones de bonos y con tasas más atractivas, lo que se convertiría en una competencia para los TES, pero otros piensan que el tema no se resuelve solo emitiendo más bonos, pues las necesidades de recursos son altas y tampoco será fácil conseguir recursos en el exterior, dado el menor apetito que existe por los emergentes.

Impacto en los TES

“Lo que ocurrió en octubre cuando el Gobierno retiró sus recursos para pagar TES, desestabilizó al sistema, pues los bancos no estaban preparados para un retiro tan grande y de esa debilidad se están dando cuenta otros agentes como las calificadoras de riesgo. Estas ya les advirtieron a los bancos nacionales que dependen demasiado de los depósitos de las grandes empresas y de las entidades estatales, que son mucho más volátiles que los de las personas naturales, pues son los que retiran montos más altos cuando tienen problemas”, explica Alejandro Reyes, director de investigaciones económicas de Ultraserfinco.

En su opinión, las 4G no se van a convertir en una competencia para los TES, pero sí para los otros tipos de crédito, pues es probable que los bancos dejen de prestar a otros sectores para poder atender a los concesionarios de las nuevas carreteras.

Cambio de esquema

El superintendente Financiero, Jorge Castaño, comparte la idea de que la falta de liquidez no es un problema coyuntural, sino uno de los grandes desafíos para 2016. Esto debido a que los bancos deberán enfrentar nuevas condiciones de tasas de interés e inflación, lo que volverá el dinero más costoso.

Además, los bancos tienen un problema estructural y es que se acostumbraron a fondearse con emisión de bonos y no con los depósitos de sus clientes. Esto se produjo, en parte, porque hasta hace poco era muy fácil conseguir recursos en el mercado de valores. Lo ideal es que los bancos presenten la misma cantidad de recursos que tienen guardados de sus depositantes, pero hoy la cartera crece al 11% y los depósitos al 7,5%.

“Eso no es sostenible. Por eso lo que tienen que hacer las entidades, y ya varias lo están haciendo, es cambiar su estructura de fondeo para volver más atractivos sus productos de captación y recoger más recursos de las personas naturales, que son más de largo plazo y menos volátiles que los de las entidades estatales, por ejemplo”, aclara Castaño.

Otra de las acciones que deben hacer los bancos es capitalizarse y ya algunos han anunciado que para este propósito van a dejar la mitad de las utilidades de este año.

No obstante, los expertos advierten que lo retos para 2016 siguen siendo grandes, pues a mitad de año habrá otro gran vencimiento de TES y, a diferencia del pasado, cuando el Gobierno les pagaba a los tenedores emitiendo más títulos, ahora ya no lo puede hacer porque está llegando al límite de la regla fiscal y, por ende, debe recurrir a los recursos que tiene en las cuentas de ahorro.

En cuanto al desplazamiento de créditos por culpa de los recursos que se van a ir a 4G, el Superfinanciero considera que, más que un reemplazo, lo que se va a presentar es una mayor concentración hacia los créditos menos riesgosos, lo que afectaría el microcrédito y haría que en consumo se enfoquen más en la modalidad de libranza, que es la que se descuenta directo de nómina.

No obstante, Castaño cree que los créditos comerciales van a estar empujados por las 4G y los de construcción por programas como el Pipe 2.0.

Es necesario que los bancos sean responsables con los recursos de sus ahorradores y midan bien el riesgo a la hora de prestar, más ahora que la economía se desacelera.Pero, bajo la nueva coyuntura, les llegó la hora de que recompensen mejor a sus depositantes, ya no con juegos de ollas o de sábanas, sino con tasas de interés, que es lo que buscan cuando les confían su dinero.

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