miércoles, 13 de enero de 2016

Los desafíos económicos del año para hogares, empresas y el Estado





El reto más importante del 2016 es lograr defender el empleo y sus avances.

Quizás el reto más importante para la economía este año es lograr conservar el empleo en medio de un menor crecimiento económico.
Quizás el reto más importante para la economía este año es lograr conservar el empleo en medio de un menor crecimiento económico.




El 2016, que acaba de comenzar, será un año lleno de retos económicos tanto para los hogares como para las autoridades encargadas de velar por una dinámica saludable del país.
Los hogares ven cómo los precios han venido subiendo a velocidades que no se veían desde hace unos años y, al tiempo, el ritmo de crecimiento de la producción ha perdido ímpetu.

Así mismo, el país encara una crisis en la capacidad de generar electricidad por el fenómeno del Niño, y los hogares, una vez más, son protagonistas de los esfuerzos de ahorro que se hagan.
El fenómeno climático, que se extenderá durante el primer semestre del año, se suma al incremento del precio del dólar (causado en buena parte por la caída del petróleo) para hacer subir más rápido los precios de la canasta familiar,

Pero es el petróleo, y la caída de sus precios que empezó en julio del 2014, el hecho que más está marcando la vida económica de los colombianos.
Al derrumbarse los precios, también se han caído los ingresos que el país recibe por exportaciones y, además, los recursos que el Estado capta por los impuestos que genera esa actividad.
Así, el petróleo ha sido clave en la desaceleración que ha experimentado el crecimiento económico del país, y en el apretón de las finanzas públicas.
Por eso, quizás el reto más importante para la economía este año es lograr conservar el empleo en medio de un menor crecimiento económico.
A ese respecto, recientemente el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas mencionaba un crecimiento económico de 3,5 por ciento como el nivel en el que aún se genera empleo.
Por eso hay que mirar con atención sectores como la industria, donde entre septiembre y noviembre se perdieron 90.000 puestos frente al mismo lapso del 2014. O transporte y comunicaciones, en donde la pérdida es de 68.000.
Pero, aún con más atención, hay que mirar la construcción, donde se destruyeron 34.000 trabajos, pese a ser el sector de más esfuerzos y anuncios tanto del Gobierno como del sector privado, en vivienda y otras edificaciones y en obras de infraestructura.
Otro desafío del 2016 es que los exportadores de productos no tradicionales, como por ejemplo de la industria o del agro distinto a café, empiecen a aprovechar las ganancias en competitividad que se desprenden de un dólar más caro.
Ya han pasado 18 meses desde que el dólar empezó a subir, desde niveles cercanos a los 1.800 pesos a los 3.100 pesos actuales.
Ese tiempo seguramente se ha invertido en ir trabajando mercados, algunos de los cuales se habían perdido en el pasado.
Pero, como se dijo antes, el mismo dólar, junto al clima, tienen disparados los precios de la canasta familiar, y contener la inflación es otro reto del año. Para las autoridades, y en especial el Banco de la República, no permitir un alza superior al casi 7 por ciento que ya alcanzaron los precios. Y para los hogares, resistir esas alzas, ajustar sus gastos e, incluso, sustituir el consumo de bienes importados por nacionales, para afrontar la carestía.
En otro frente, el sector de edificaciones que, pese a programas como el de viviendas gratis, se desplomó 8 por ciento en el tercer trimestre del año, deberá sacar el máximo jugo posible a los programas de subsidios que incluyen algún sector de la clase media, para reanimar su actividad.
Las familias también podrán aprovechar esos programas si en sus cuentas encuentran que la finca raíz trae oportunidades interesantes de inversión.
Desde el punto de vista del Estado, un desafío de fondo es garantizar el equilibrio de las finanzas públicas, ante el menor aporte, ya mencionado, del petróleo y la posibilidad de que la desaceleración tenga efecto en los impuestos.
En ese sentido, se habla mucho de alzas de impuestos como el IVA, pero cualquier cosa que se decida en ese punto, solo entraría en vigencia en el 2017. Por lo tanto, el mayor recaudo en el 2016 dependerá de que la Dian logre disminuir la evasión.

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