sábado, 9 de enero de 2016

La receta tributaria toca a todos los impuestos del país



Además del IVA, Comisión de Expertos sugiere ajustes en los demás gravámenes.

El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, proyecta una caída del 5 % en la producción de crudo.
El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, proyecta una caída del 5 % en la producción de crudo.



Con la ratificación del compromiso de cumplir las metas del déficit fiscal a como dé lugar y de reducir el nivel de tributación de las empresas, cuyos balances financieros sintieron en el año que terminó la carga impositiva, cierra el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, el balance al desempeño de la economía en el 2015.
Un año que fue complejo y duro de capotear, dado el impacto de la caída en los precios del petróleo y del aumento en el nivel del costo de vida.

En diálogo con EL TIEMPO, el funcionario revela que si bien ya se conoce que una de las recomendaciones de la Comisión de Expertos para la reforma tributaria estructural es incrementar la tasa general del IVA, las sugerencias apuntan a hacer cambios a todos los gravámenes, incluyendo los territoriales, que han sido un hueso duro de roer.
Cárdenas reveló que para el 2016 se espera una leve caída en la producción de petróleo, a 955.000 barriles día como promedio diario.
¿Qué análisis hace del menor crecimiento esperado para el 2015 y del aumento de la inflación?
Es un balance muy favorable para los retos que hemos tenido que enfrentar en la economía desde que comenzó la caída de los precios del petróleo. En una situación más exigente con grandes retos internacionales, la economía logró mantener un buen ritmo, siendo la de mayor crecimiento dentro de las siete principales economías de América Latina, logró mantener una tasa de inversión muy alta, cercana al 29 por ciento del PIB y logró acomodarse a un nuevo escenario fiscal y externo.
En el primero con un gran esfuerzo en ajuste al gasto y reconociendo el esfuerzo tributario adicional que hizo el sector privado. En materia externa, acomodándonos a esa nueva realidad con un ajuste en la tasa de cambio, que en otras épocas hubiera sido más complejo y traumático. La economía lo supo absorber, tal vez con la única consecuencia de que la inflación se subió, pero todo el mundo está confiado en que la volveremos a encauzar.
¿Qué tanto pesó el dólar en la inflación y por qué el Banco de la República no fue un poco más ágil para que no se afectara su principal objetivo?
Tomamos la decisión de no intervenir, para que fuera el propio mercado el que orientara la economía hacia ese nuevo equilibrio, situado en un nivel cercano a los 3.000 pesos por dólar.
La tasa de cambio cerró en más o menos 3.150 pesos el año, pero tomamos esa decisión deliberadamente para que la economía pudiera hacer rápidamente un ajuste a una nueva realidad, como fue la pérdida de casi 15.000 millones de dólares en exportaciones de petróleo.
¿Y cuánto de esto se pudo recuperar vía exportaciones no tradicionales?
Este proceso va a tomar un tiempo y no es algo que se logre de un día para otro. Lo importante es que va en marcha y ya el país empezó a reducir importaciones, comienzan a aparecer sectores con crecimiento exportador importante, como el floricultor, los derivados del petróleo con la nueva Refinería de Cartagena, o el turismo. Cerrar completamente el faltante que deja la caída del precio del petróleo va a tomar años. No me atrevería a decir en cuánto tiempo.
¿Y cómo hacerlo cuándo los socios comerciales del país vienen con bajos crecimientos?
El entorno externo no es favorable porque además tenemos una fuerte caída en las exportaciones a Venezuela y Ecuador.
Aquí lo importante es ir corrigiendo el déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos, porque en el 2015 va a ser el de mayor déficit, que estimo en 6,5 por ciento del PIB, algo cercano a los 19.000 millones de dólares, pero ya el año entrante va a estar en el 5,8 por ciento del PIB y en el 2017 muy cerca al 5 por ciento, un nivel aceptable. El 2016 será un segundo año de transición.
Los impuestos
¿Con las cuentas justas y las empresas con alta carga tributaria, cómo se apalancará un menor escenario fiscal en el 2016?
Nosotros no le vamos a subir la tributación a las empresas. Por el contrario, estamos haciendo todo lo posible para que baje, entonces esa opción está claramente descartada.
De hecho, en el 2016 vamos a tener una tarifa un poco menor del impuesto a la riqueza, como estaba programado, y se reduce al 1 por ciento.
Como en el 2015, la herramienta con la que cuenta el Gobierno es el gasto público, regulándolo para lograr la meta del déficit fiscal. El cumplimiento de la meta del 2015 y la ratificación de la del 2016 dan confianza y muestran a un Gobierno comprometido con la sostenibilidad fiscal, lo que se traduce en más inversión y en menor costo del financiamiento.
¿Cómo se manejará la reforma tributaria que se avecina, para asegurar los ingresos del Gobierno y que la gente no sienta el golpe?
Tan pronto comience el año los miembros de la Comisión de Expertos presentarán al país el reporte. Hay un informe preliminar, pero pidieron tiempo para hacer unos ajustes editoriales. A partir de ese momento se socializarán las propuestas, lo cual dará origen a una discusión que consideramos necesaria y es bienvenida, para ver cómo las va asimilando el país. La Comisión ha sido totalmente independiente sobre lo que el país necesita en materia tributaria. También habrá otros insumos como los de la Ocde y el FMI.
¿El eje sigue siendo el IVA, o también están los dividendos y cambios al consumo?
El informe abarca la totalidad de los impuestos y no solo los nacionales, sino también los territoriales. Es un trabajo muy amplio que no toca solamente una de las áreas en materia tributaria como puede ser el IVA. Es una propuesta integral.
¿Qué se puede comentar?
Yo esperaría a que hagan la presentación porque cualquier cosa que se diga, que no venga de ellos, va a ser parcial.
Pero recomiendan miran que haya equilibrio tributario entre regiones y Gobierno…
Toca todos los temas que afectan no solo las finanzas nacionales sino las territoriales. El trabajo de los comisionados incluyó un capítulo sobre la parte territorial.
¿Es decir, sugieren ajustes en otros impuestos?
Así es. Hablan de todos los temas tributarios, sin excepción.
Así le será difícil repetir la elección que hizo el Congreso en el 2015 como el mejor funcionario del gabinete…

Agradezco el voto de confianza de los senadores y el apoyo a todas las iniciativas. Ha sido fundamental para mantener el buen desempeño de la economía.

¿Cómo cierra el año con el tema de paraísos fiscales con Panamá?
Se ha avanzado en las negociaciones. No han sido fáciles; han sido complejas. Hay unos puntos de acuerdo; no se han logrado acuerdos en todos los temas. Se está preparando una nueva reunión en enero y nuestra expectativa es que esto concluya lo más pronto posible.
¿Cómo se abordarán los gastos del posconflicto?
En el presupuesto están apropiados cerca de 10 billones de pesos para inversiones que tienen que ver con la atención de víctimas, los planes de atención a los desplazados y la restitución de tierras. Cualquier necesidad adicional la tendremos que discutir a la luz de un acuerdo definitivo. Hay que advertir que lo que se plantee en un acuerdo tendrá un tiempo de implementación.
‘Para vender Isagén nos fuimos por el precio más alto’
Si el Vicepresidente dice que la plata de Isagén no es para tapar el hueco fiscal, ¿hay una incredulidad en el mismo Gobierno?
Hay una posición unificada de Gobierno. Estos recursos ni siquiera están incluidos en el presupuesto general de la Nación. Son recursos que van para el Fondo para el Desarrollo de la Infraestructura, cuyo propósito es convertir lo que ya existe en un nuevo activo estratégico. Para esta etapa que se avecina, con bajos precios del petróleo, es absolutamente estratégico contar con buena infraestructura, que cuesta, y nadie nos la va a regalar.
¿Cambiará la distribución?
El cien por ciento va al Fondes y una primera parte del fondo se va a la capitalización de la Financiera de Desarrollo Nacional (FDN), que necesita los recursos para poder apalancarse y poder financiar todo el programa de las vías 4G.
¿Incluyendo las que no tienen aval fiscal?
Los recursos de Isagén no van a reemplazar los aportes presupuestales que hace el Gobierno. Esas son las vigencias futuras que se han otorgado. Se usarán para financiar el programa a través de créditos que ofrece la FDN o, también, no se descarta la posibilidad de hacer inversiones de capital en algunos proyectos.
¿Es un buen momento?
Esperemos que haya apetito y que el precio sea el adecuado. Lo subimos considerablemente, de 5,3 billones de pesos a 6,5 billones. Nos fuimos por el rango más alto de la valoración propuesta por la banca de inversión.
¿La dilución del salario mínimo por la inflación puede frenar la demanda?
El aumento del salario mínimo, del 7 por ciento, está por encima de la inflación, de 6,4 por ciento en los últimos 12 meses, y las cifras de empleo nos dicen que se siguen generando puestos de trabajo.
¿Preocupa la menor dinámica del comercio en el 2016?
Es un sector muy importante por el consumo, pero el aumento de tasas de interés va a afectar la demanda interna y por eso entra en escena, con un buen ritmo, la industria, y también el sector de vivienda, que va a tener un mejor año porque entran en su fase de ejecución definitiva todos los programas del Pipe 2.0, incluyendo el subsidio a la tasa de interés para la clase media.
¿Qué efectos implica la previsión negativa para la minería?
Se está esperando un pequeño descenso en la producción de petróleo, porque no ha sido viable, con los precios, mantener el ritmo de inversiones. Estamos previendo algo así como 955.000 barriles de promedio para todo el 2016.
¿Y la agricultura?
En la agricultura hay fuerzas encontradas: la devaluación ayuda mucho, pero tenemos la gran incertidumbre de los efectos del fenómeno del Niño.

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