sábado, 21 de junio de 2014

Datos de tarjetas, en venta al mejor postor

Pagan entre 60 y 100 dólares por la información de cada 'plástico'.

El auge del comercio electrónico y de las transacciones en línea han desatado una ola de 'atracos virtuales'.

El auge del comercio electrónico y de las transacciones en línea han desatado una ola de 'atracos virtuales'.

En promedio, cada mes los datos de unas 500 tarjetas de crédito de colombianos ingresan al mercado negro virtual, donde delincuentes están dispuestos a pagar entre 60 y 100 dólares por cada ‘plástico’, que luego utilizan para hacer compras en línea alrededor del mundo, con cargo a los verdaderos dueños de estas.
El auge del comercio electrónico y el creciente número de transacciones en línea han desatado una ola de 'atracos virtuales', donde armas y capuchas son reemplazadas por sofisticados programas de computación que permiten, en segundos, alzarse con datos claves y dinero de millones de personas con un simple clic y estando a cientos de kilómetros.
El famoso robo de datos de 40 millones de plásticos de clientes de Target en Estados Unidos, en diciembre del 2013, permitió detectar que al menos unas 30.000 tarjetas débito y crédito emitidas por 10 bancos colombianos se negociaban en ese momento al mejor postor en foros virtuales itinerantes creados por los delincuentes para ese fin.
“Después de ese incidente hemos detectado más de 7.000 nuevas tarjetas emitidas por bancos colombianos en esos mercados negros”, dice David López Agudelo, director de ventas de Easy Solutions.
El experto señala, además, que cuando se presenta un robo de grandes magnitudes en cualquier lugar, la venta de tarjetas en sitios ilegales como Valip Shop se dispara 20 o 30 veces por encima del promedio normal.
Según directivas de la división de seguridad de la EMC, compañía especializada en software contra robo de información, los ataques de phishing, una de las modalidades más usadas por los delincuentes, les cuestan a las empresas cada año unos 5.900 millones de dólares. Tres de cada cuatro de estos fraudes afectan a entidades financieras.
López explica que una vez los delincuentes tienen la información de las tarjetas, van a sitios tan sofisticados como Valip Shop, que ofrecen información del producto (datos de las tarjetas), búsqueda rápida, por tipo de tarjeta, banco, país y hasta carritos de compra.
Bitcoin es el medio preferido de pago en estos ‘mercados negros’, aunque se aceptan otros y hay sitios donde, incluso, permiten hacer pruebas para asegurarse de que la tarjeta robada es aceptada. De lo contrario, devuelven el dinero, dice el experto de Easy Solution.
Guillermo Angarita, gerente de IQ, compañía especializada en seguridad en pagos electrónicos, sostiene que si bien hoy los pagos con tarjeta no presencial, es decir, por internet, representan el 20 por ciento, ese porcentaje va en aumento, por lo que se hace necesario asegurar y certificar todos los procesos que involucran este tipo de operaciones.
Capitales en riesgo
Solo el año pasado las transacciones financieras por internet de los colombianos sumaron más de 1.830 billones de pesos y crecen 21,3 por ciento anual, según la Superintendencia Financiera.
Angarita dice que en Colombia, a diferencia de lo que sucede en países como Estados Unidos, no hay una legislación que obligue a las empresas a avisarles a sus clientes cuando se presenta el robo de información y a cambiarles sus tarjetas. La reposición tiene un costo de 35 dólares por ‘plástico’.
Advierte que la tecnología chip da más seguridad a las tarjetas, pero tardará mucho tiempo para que desaparezca la banda magnética por cuanto hay países donde el uso del chip no es común.
En Colombia, las entidades financieras tienen plazo hasta octubre para cambiar todas las tarjetas.
Evite caer en la trampa
Didier Benjumea, vicepresidente de Tecnología de PayU Latam, da algunas recomendaciones para no ser víctimas.
Al hacer compras, transferencias de dinero o pagos por internet, utilice siempre un computador seguro (casa u oficina).
Ingrese a la página de su banco digitando la dirección. Evite entrar por un link en correo electrónico.
Cuando realice compras y pagos verifique que los sitios estén certificados en normas de seguridad internacionales.
No entregue la información de su tarjeta a terceros, haga usted mismo sus transacciones.
Desconfíe de los correos electrónicos que le piden actualizar su información financiera en línea.

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