martes, 10 de noviembre de 2015

Los préstamos para atajar al 'gota a gota' nada que despegan

De 100 colombianos de bajos ingresos, solo 6 acceden a un crédito bancario.

El 6,5 por ciento de la población colombiana está expuesta a prestamistas informales, según estima el Banco Mundial.
El 6,5 por ciento de la población colombiana está expuesta a prestamistas informales, según estima el Banco Mundial.

A escaso mes y medio de que se cumpla un año de la expedición del Decreto 2654, que dio vía libre a los bancos para que ofrezcan créditos de bajo monto a los colombianos de menores ingresos, a fin de elevar la inclusión financiera y, de paso combatir el llamado ‘gota a gota’, ninguna entidad ha dado ese salto.
Las condiciones de manejo del riesgo y provisiones, así como las tasas límites para esta modalidad de crédito, quedaron aclaradas hace varios meses por la Superintendencia Financiera.

Frente a lo primero, se expidió la carta circular 48 (junio), mientras que en el costo de los préstamos, desde el 2014, viene fijando el tope máximo al que se pueden otorgar. Hoy, la tasa sugerida por el ente de control está en 34,77 por ciento efectivo anual y, según la Resolución 1341, de finales de septiembre pasado, dichos préstamos no podrán otorgarse a un interés superior al 52,16 por ciento efectivo anual.
Como se recuerda, se trata de préstamos que se entregan sin mayores requisitos, de máximo dos salarios mínimos y pagaderos en un plazo de 36 meses.
Si bien algunos bancos estudian esa posibilidad, entre ellos Colpatria, Bancolombia y Davivienda, las condiciones, características y canales por los que se llegará a ese segmento de la población siguen siendo tema de análisis por las implicaciones de costos que esto les representará.
No es un asunto fácil, señalan voceros de la banca, dadas, precisamente, sus características, que demandan una infraestructura operativa diferente para llegar a un segmento de la población que en su mayoría no está bancarizado.
Santiago Perdomo Maldonado, presidente del Banco Colpatria, sostiene que debido a esos factores ellos implementarán esa nueva línea a través de su producto Crédito Fácil Codensa, con el cual esperan llegar a la parte baja de la pirámide poblacional.

“Nos parece interesante (esos créditos), y en la medida en que no existan topes a las tasas de interés habrá competencia y nosotros podremos bancarizar esa parte de la población que hoy no tiene acceso al sector financiero y acude a canales no convencionales de crédito”, dijo.
El 6,5 por ciento de la población colombiana está expuesta a prestamistas informales, según estima el Banco Mundial (Global Findex 2014). La cifra, de acuerdo con la Banca de las Oportunidades, está en línea con el ‘Estudio de demanda de inclusión financiera 2015’, que indica que el 9 por ciento de los microempresarios y el 6 por ciento de las personas en el país acuden a prestamistas informales.
A su vez, en la ‘Encuesta de microestablecimientos’, elaborada por el Dane, ese porcentaje alcanzó el 6,2 por ciento en el 2014.
El banquero advirtió que este es un mercado que se debe conocer muy bien, y llegar allí requiere de sistemas no convencionales, ya que los canales tradicionales resultan demasiado costosos. Por eso, dijo que lo harán a través de la factura de la energía eléctrica, aunque no se atrevió a dar una fecha en la que comenzarán con este producto.
En Bancolombia ya diseñan el modelo de implementación de esta línea, aunque tampoco tienen fecha para salir al mercado.

Cristina Duque Jaramillo, gerente de Productos de Inclusión del banco, señala que han avanzado en la aceptación del trámite simplificado por parte de la Superfinanciera y en el estudio de la modalidad como gremio.
“Estamos analizando la viabilidad de las diferentes herramientas necesarias para materializar el producto, como el esquema operativo, la idoneidad de instrumentos administrativos como el pagaré, entre otros, que deben responder al perfil de los clientes que acceden a esta financiación. Seguimos en estudio, y en su momento ofertaremos al mercado una propuesta que vaya en concordancia con los objetivos del Decreto 2654”, precisó.
Algunos bancos, por su perfil corporativo, como Corpbanca, no lo tendrán; tampoco Bancamía ni el BCSC. El BBVA aún analiza esa posibilidad.
Voceros de la banca señalan que la demora en la implementación de esta línea obedece a que las entidades deben buscar esquemas distintos de asignación de los recursos y de recaudo, en la medida en que estos van a un segmento de la población cuyos ingresos, en la mayoría de los casos, dependen también de actividades informales.
Perdomo Maldonado sostiene que hay que empezar por conocer muy bien este mercado y tener en cuenta que el costo de un crédito pequeño puede llegar a ser igual al de uno grande. “El tema es cómo llegar a ese mercado de manera que no sea tan costoso y que no resulte en pérdidas para las entidades”, considera.
En cuanto al mercado, no hay duda en que hay suficiente, no obstante los avances en profundización financiera, esto es, el nivel de cartera como proporción del producto interno bruto (PIB), lo que da una idea de qué tanto acceso pueden tener las personas a los recursos de la banca.
Cifras de la Superfinanciera indican que ese indicador creció 15 puntos porcentuales en los últimos cinco años y marcó en agosto pasado cerca del 48 por ciento, el más alto en la historia, pero muy por debajo de otras economías como la chilena, que tiene una cobertura crediticia de su población del 80 por ciento.
El crédito formal es limitado
Según el más reciente ‘Reporte de inclusión financiera’, del programa Banca de las Oportunidades y la Superfinanciera, de 100 colombianos adultos, solo 16 tienen crédito con una entidad financiera. Este nivel es inferior al de países como Uruguay, donde alcanza el 21 por ciento; Bolivia (19,7 por ciento), República Dominicana (18,2 por ciento) y El Salvador (17,2 por ciento).
Las cifras son más reveladoras si se mira la brecha existente entre la población de mayores y menores ingresos con acceso a crédito. El mismo informe señala que mientras en el promedio para los países de Latinoamérica esa diferencia es de 7,4 puntos porcentuales y en las naciones que integran la Ocde de 1,7 puntos, en Colombia es de 15,5 puntos porcentuales.
Significa que mientras que 22 colombianos de cada 100 con mayores ingresos acceden a un crédito formal con la banca, solo 6,4 de menores ingresos lo logran, lo que corrobora que el mercado que tienen por conquistar los bancos es bastante amplio.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario