jueves, 5 de noviembre de 2015

El mensaje es crecer, no recortar

En el trabajo de estructurar una organización para volverla más liviana y acorde a los cambios, la eficiencia en los costos salariales es fundamental.

Al respecto, Hay Group se refiere a cinco recomendaciones para mejorar los resultados del negocio.
1. - Inversión: se debe dotar a los equipos con mejores sistemas, nuevas capacidades o más recursos económicos para mejorar la productividad.
2.-Innovación: se pueden buscar otras vías para realizar las operaciones de forma menos costosa y con mayor agilidad.
3.- Motivación: aunque en épocas de dificultades económicas puede ser más difícil incrementar el compromiso de los empleados, es factible buscar mejores resultados a partir de una mayor motivación de las personas.
4.- Negociación: los empleados podrían asumir algún tipo de sacrificio en relación al trabajo o a las condiciones salariales.
5.- Gestión salarial: se busca considerar el paquete total de compensación desde las perspectivas de costo para la empresa.
Ignacio Gagliardi señala que un ‘apretón’ organizacional no necesariamente debe conducir a un recorte de personal y de beneficios para las organizaciones.
Es claro que para que una empresa crezca se requiere una fuerza laboral robusta. Sin embargo, en tiempos de ajustes, “si yo quiero duplicar mis ventas, el truco es no duplicar el personal.
Las ventas deben crecer proporcionalmente más rápido que los costos.
“Tengo que asegurar que voy creciendo, pero que mis costos operativos van creciendo en un porcentaje menor”, explica el experto.
Entonces, al final, el mensaje no es recortar, el mensaje es crecer, pero crecer en una proporción más alta que los ingresos. Ahora, a veces sí toca recortar, como ha ocurrido con el sector petrolero últimamente.
Si los negocios decaen y no se aplica una reducción equilibrada a los costos operativos, la rentabilidad puede estar por debajo de las expectativas, o incluso, eso se puede reflejar en un saldo en rojo al final del balance financiero.
El analista señala que, de todas maneras, por esos altibajos que antes habían tenido en el tiempo, y en los crecimientos desordenados, las empresas conservan algunos cargos o algunas personas que ya no aportan valor a la compañía.
En ese escenario no necesariamente la decisión sería sacarlos de la compañía, sino reubicarlos en cargos o departamentos donde puedan agregar valor.
Entonces también las decisiones sobre la planta de personal puede implicar cambios y movimientos dentro de la misma organización.
La eficiencia en este caso no debe resumirse en la salida de personal, sino en el diseño de una estrategia para garantizar que los colaboradores estén en el sitio correcto, para que aporten al crecimiento de los negocios pese a los tiempos de turbulencia.

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