sábado, 1 de febrero de 2014

La temporada escolar hace su tarea de economía

La mayor tajada es para las grandes superficies.

El año pasado se gastaron $ 728 mil millones en la época y ahora subiría 6,4 %.

La temporada escolar, a la que los padres de familia sienten como un hueco sin fondo por donde se les va el dinero, representa casi el 70 por ciento de los ingresos anuales para la industria de los textos de estudio, elementos didácticos y ropa, así como para los colegios.
De acuerdo con estimativos de la firma especializada en estudios de consumo Raddar, por estos ítems y por pago de matrículas el año pasado se movieron más de 728 mil millones de pesos, y este año la cifra crecería 6,4 por ciento a pesar de que muchas familias pudieron quedar ilíquidas debido a que en la temporada de Navidad y Año Nuevo el gasto promedio subió un 15 por ciento más en relación con el 2012.
“En diciembre el ingreso aumenta 20 por ciento y lo que vemos entre enero y febrero es que también crece porque las deudas se están sacando a más largo plazo”, anota Fabián García, vicepresidente corporativo de Raddar.
De ahí que cada marca enfile sus más osadas estrategias para conquistar el ojo de la gente –sobre todo el de los niños– con productos que no se limitan al fin original de servir de instrumentos para aprender.
“Entre las novedades para la feria escolar tenemos un portafolio con las últimas licencias de Disney, productos alusivos al Mundial de Fútbol y productos ecológicos, entre otros”, anota un vocero del Grupo Éxito, uno de los principales jugadores en este campo, con 189 almacenes de las marcas Éxito, Carulla y Surtimax.
Para cautivar a las madres, algunos ofrecen descuentos, servicio a domicilio, y la facilidad de entregar la lista para que un empleado haga el resto.
De acuerdo con Raddar, los útiles y libros representan el 61 por ciento de esta canasta, mientras que las matrículas son el 21 por ciento y el vestuario, el 16.
El Éxito se abstuvo de revelar cifras concretas, pero sus voceros indicaron que aspiran a que su facturación de temporada crezca en 5 por ciento, siendo los cuadernos su producto estrella.
García añade que aunque se prevé un aumento de precios en cuadernos, colores y otros elementos de consumo masivo, esto no afectará el bueno momento, pues si en otras áreas las subidas inciden en el juego de oferta y demanda, no ocurre lo mismo en educación y salud, donde los satisfactores de unsa necesidades no se pueden reemplazar fácilmente.
Las grandes superficies se llevan casi toda la torta ahora, pero en el resto del año, cuando la gente busca reemplazar lo que se les va acabando a niños y jóvenes para su estudio, será el tiempo de las papelerías de barrio.
TEXTOS DIDÁCTICOS MANTIENEN SUS VENTAS, A PESAR DE LO DIGITAL
El negocio de textos escolares parece gozar de buena salud. Esto a pesar de quienes han vaticinado la muerte de los productos de papel por el avance de lo digital, y de que la población joven –que por tanto estudia– disminuye por el control de la natalidad.
Las ventas suman 220.000 millones de pesos y solo se importan algunos libros de idiomas. Cerca del 85 por ciento se vende en la temporada de principio de año y el resto cuando entran los colegios en calendario B.
Las cifras salen de una encuesta de la Cámara Colombiana del Libro en el 2012, pero que según su presidente, Enrique González, se mantiene, gracias a la educación privada.
“Cuando se clasifican los colegios de mejor rendimiento, ganan de lejos los privados, y en buena parte se debe a que usan textos didácticos, porque se ha demostrado que estos mejoran en un 30 por ciento el rendimiento en matemáticas y lenguaje”, anota González, quien se lamenta de que en los 90 el Estado compraba libros para los alumnos de sus colegios y ahora solo lo hace para población vulnerable.

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