Miguel Largacha administra 80 billones de pesos, las pensiones de ocho millones de colombianos.
El concepto de productividad. Esa fue la primera lección de empresa que recibió Miguel Largacha, presidente de la AFP Porvenir, cuando apenas era un estudiante de primer año de derecho en la Universidad Javeriana.
Entendió, por aquel entonces, que debía adquirir cierta metodología de estudio que le permitiera conseguir un buen resultado académico estudiando menos y cada año enfocó sus esfuerzos a ir mejorando su productividad.
Más de dos décadas después, y tras haber ocupados distintos cargos en varias empresas públicas y privadas, esa sigue siendo su regla de oro: trabajar día a día para mejorar cada vez más la productividad.
"Hoy en día una compañía no se puede concebir nunca si no se tiene un referente de lograr hacer muchas más cosas de las que hace la empresa en el menor tiempo y con menos traumatismos", dice.
Pero esa no ha sido la única premisa aplicada por el presidente de Porvenir a lo largo de su trayectoria empresarial, quien también desde muy temprano entendió el valor de saber combinar la academia con el trabajo y es esa capacidad amplia y profunda de ver las cosas y la vida misma.
“Quien tiene la posibilidad de estudiar y a su vez de trabajar, tiene una visión y un entendimiento superior de las cosas, es el valor de la experiencia”.
Su paso por la Superintendencia Bancaria –hoy Superintendencia Finan-ciera– fue un factor determinante en su vida profesional, es en el área de investigación, donde pudo entender que su verdadera pasión era el derecho financiero.
A partir de entonces, y pese a que tuvo la oportunidad de hacerse cargo de un bufete de abogados especializado en Derecho de Familia, pudo más su ‘amor’ por las finanzas, lo cual más adelante lo llevarían a ser partícipe de una de las transformaciones bancarias más importantes que haya visto el país y a administrar hoy el ahorro pensional de más de ocho millones de colombianos.
En su opinión, una decisión clave en un momento trascendental de su vida, pero le hizo entender bien que las personas deben hacer lo que les satisfaga y les guste y les produce verdadera pasión.
Pero nunca esto será suficiente. Largacha es un convencido de que para alcanzar el éxito profesional y empresarial los individuos deben entender y comprender bien lo que hacen, un aspecto clave, sobre todo, de gran ayuda a la hora de tener que adoptar decisiones.
Su experiencia en el sector público también le dejó grandes enseñanzas que incluso hoy sigue aplicando.
En la Superbancaria aprendió bien lo que es trabajar duro con escasas herramientas y facilidades, pero además, aprendió a compartir con todos los conceptos y estilos de vida.
“Valoro mucho la formación y la experiencia que obtuve en esa entidad porque fue el punto de partida para entrar de lleno al mundo de las finanzas”, sostiene.
COMPRAS Y FUSIONES
Antes de ocupar la presidencia de la AFP Porvenir, Miguel Largacha tuvo hizo una brillante carrera en el grupo BBVA en Colombia. Fueron 21 años en los que inició como asesor jurídico hasta alcanzar la secretaría general de la entidad, posición en la que tuvo que vivir de cerca la salida de la entidad –en ese entonces el Banco Gana-dero– a la Bolsa de Nueva York; la posterior llegada de los inversionistas españoles en 1996 y la consolidación del BBVA como una de las entidades más relevantes del sector financiero colombiano.
Su llegada a Porvenir estuvo precedida por su paso por la AFP Horizonte, perteneciente al BBVA, de la que también fue su presidente.
Hoy, por cosas del destino, no solo tiene la responsabilidad de administrar y salvaguardar 80 billones de pesos de las pensiones de millones de colombianos, sino que tiene la enorme tarea de sacar adelante la fusión de esas dos AFP, con lo cual se creará la administradora de pensiones más grande del país.
Al margen de esta operación, el reto seguirá siento trabajar duro para lograr que cada día más colombianos entiendan la importancia de ahorrar, que su tranquilidad futura depende de ese concepto sencillo que es acumular recursos hoy para que el día de mañana no carezcamos de una pensión para vivir.
El problema está, dice, es que hoy en día vivimos más y si no tenemos un ahorro suficiente y propio, con seguridad tendremos problemas.
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