domingo, 8 de diciembre de 2013

Banca de la región mira cada vez más a las pyme

 

 
El segmento de las grandes compañías ya está copado por todos los bancos y el de las microempresas cada vez cuenta con más actores atendiéndolo, lo que hace que la banca de Latinoamérica se esté centrando cada vez más en el que está en medio: las pyme, para desarrollar su nuevo campo de competencia.
Según el estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sobre el panorama de crédito a este segmento, hoy en día 96% de los bancos de la región aseguran que las pyme son estratégicas para su negocio, una cifra que muestra un avance ya que en 2004 ese mismo indicador llegaba a 84%. Además, 92% de los encuestados aseguran que ya tienen políticas exclusivas para el sector.
Sin embargo, llama la atención que no sea hasta los últimos años cuando la banca ha decidido atender más a estas empresas. Como muestra la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (Ompi), 90% del aparato productivo global está en sus manos, mientras que el Departamento Nacional de Estadística (Dane) asegura que en Colombia, 96,4% de las unidades productivas son pyme, es decir, un total de 1.389.698 establecimientos.
Sumado a esto se encuentra las buenas perspectivas de estas firmas para los próximos años. En este sentido, 54% de los bancos creen que su situación mejorará en 2014, mientras que tan solo 11% cree que el panorama para las pequeñas y medianas compañías empeorará en este periodo.
Para Ana Marina Menjivar, gerente del departamento de pyme de Banco Agrícola en El Salvador, atender a este segmento del mercado es de gran importancia porque contribuye a la “creación de empleo, sirviendo como un pilar fundamental en la economía y actuando como catalizador para otros sectores productivos”.
Entonces, ¿por qué no se ha desarrollado tanto el servicio a las pyme en la región?, la respuesta también se observa en el documento y se explica por las barreras de entrada que supone para los bancos el sector.
Entre estas, las que más pesan para que las entidades financieras aterricen a este campo son en primer lugar la regulación de los países, seguido por los altos niveles de informalidad y los riesgos que este supone, así como los mayores costos en los que se incurre para atender al sector.
De acuerdo con Matthew Gamser, jefe del SME Finance Forum, el problema más grave son las exigencias para nuevas cuentas de negocios. “Hay países donde existen requisitos no realistas como estados financieros auditados, planes de negocios o certificado de impuestos, que llevan a las pyme a cuestionar los beneficios de un préstamo”.
Pero muchos piensan que en realidad el principal reto es luchar contra la informalidad en el sector. Daniel Castellanos, vicepresidente de Asobancaria, dejó claro que el hecho de que los bancos no hayan llegado tanto a las pyme no atiende a una falta de interés, sino más bien al gran problema que supone atender a un segmento donde grandes proporciones son informales. Un tema que se podría solucionar, pero que según Giorgio Trettenero, secretario general de la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban), no es una prioridad. “La informalidad es producto de la pobreza y de la falta de incentivos para que los agentes económicos se formalicen”.
Por otro lado, tanto el informe como los expertos consideran que la falta de mecanismos por parte de los bancos enfocados en solventar las necesidades de estas empresas, generan otras barreras de entrada importantes como son los mayores riesgos que tiene dar créditos a las pyme y sus altos costos.
Uno de los que lo confirman es Pedro Arriola, gerente general de Banco Procredit Colombia quien consideró que no contar con la metodología de evaluación necesaria, limita la capacidad de los bancos. “Los bancos tienen claro cómo evaluar a grandes empresas e incluso a las micro, sin embargo, para calificar a las pyme se requiere una mezcla de ambas y la banca tradicional no cuenta con ese conocimiento”.
Esto, como agregó Arriola, hace que la menor confiabilidad de estas compañías genere unos mayores riesgo para otorgar la financiación, lo que se tiene que salvar con una mayor evaluación, que a su vez genera costos. “Es un segmento muy difícil de atender, hay que gastar mucho tiempo, esfuerzo, tiene un ingreso más bajo y a la vez, el costo de generación es más elevado, lo que durante los años ha hecho que no sea tan atractivo como otros”.
Además, se encuentra el no tan positivo clima de negocio que presentan algunos países, lo que también supone un freno. Ante esto, Guido Cordero, vicepresidente del departamento de riesgo del Banco Pichincha de Ecuador resaltó que “los bancos se ven forzados a enfocarse en empresas con un perfil de riesgo claramente identificado, que generen menos riesgo”.
Una Brecha difícil de cerrar
Todos las limitaciones que se presenta, se traducen en una amplia brecha que se ubica entre US$330.000 y US$410.000 millones para mipyme formales e informales y de US$125.000 a US$155.000 millones específicamente para las pyme.

Frente a esto, una de las principales soluciones es diseñar productos enfocados en las pyme ya que según los expertos, no son los más adecuados. Y hacia ese lado se dirigen los bancos, que aunque lejos de llegar al nivel deseado, cada vez son más las pyme que cuentan con algún acceso.
Servicios especiales para este sector ya están diseñados
Una de las conclusiones más importantes a las que llega el informe realizado por el BID, es que la segmentación de la cartera y mantener un diálogo con el sector, son las claves para entender las necesidades de los clientes y así, ofrecer soluciones enfocadas en las pyme, lo que ofrece una ventaja competitiva a la entidad que lo lleve a cabo. Aún así, se han visto avances en este sentido ya que según las cifras, 72% de los bancos tienen servicios diferenciados para subsegmentos de pyme y 85% de estos, cuentan con una herramienta de análisis de riesgo diferente para cada tipo de empresa.

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