El lunes comienzan las reuniones para definir el aumento del salario mínimo. El Gobierno confía en que empresarios y trabajadores lleguen a un acuerdo.
Esta semana comienzan las negociaciones entre trabajadores y empresarios para definir el incremento del salario mínimo para el año entrante.
La puja inicia con una gran variedad de circunstancias distintas a los años anteriores, pero la apuesta del Gobierno continúa siendo que ambas partes alcancen un acuerdo y no definir el aumento en un decreto del Ejecutivo.
Sobre este y otros temas, el ministro de Trabajo, Rafael Pardo Rueda, habló con Portafolio.
¿Cómo ve el ambiente para iniciar la negociación?
Además de la parte informativa, esperamos ver cuáles son las posiciones que plantearán tanto trabajadores como empresarios. Lo que quiere el Gobierno es que haya acuerdo, eso sería el óptimo. Nuestro esfuerzo está en crear las condiciones para que exista toda la información, los análisis y el espacio para que se llegue a un acuerdo.
¿Cuáles son las cartas de entrada?
Este año hay unas circunstancias específicas. Hay una economía que en general le ha ido bien: reducción en el desempleo, un acuerdo con trabajadores del sector público para aumentar el salario un punto por encima de la inflación y la expectativa por los efectos de la reducción de los parafiscales a las empresas. Además, hay un ruido mediático por la restitución de la prima que el Consejo de Estado les había quitado a congresistas y magistrados, porque eso dio la idea de que se les subió el salario.
Pero no a todos los sectores les ha ido bien…
Ese tema, por supuesto, trae su complejidad. Algunos sectores a los que les ha ido bien, como el financiero o la minería, no están tan expuestos al salario mínimo; en cambio, en la industria, que no está bien, sí es un referente muy importante.
Y la inflación, que según analistas estará levemente por encima del 2 %, aboga por un aumento menor…
Mentalmente, la gente tiene cifras derivadas de épocas de inflaciones altas. El aumento de los salarios estatales fue de un punto por encima del IPC. Tomando este ejemplo, si la inflación es de 30 por ciento, un punto es una proporción mínima, pero cuando el IPC aumenta 3 por ciento, un punto es la tercera parte de lo que se aumentó el costo de vida. El otro tema es la productividad, que se define con la participación de organizaciones sindicales y empresarios, y el cálculo lo hace Planeación Nacional. El dato será presentado el miércoles.
Si a las empresas les bajaron los costos asociados al trabajo, ¿cuál es la expectativa?
Es cierto que con la reducción de los parafiscales se les quitó una carga a las empresas intensivas en trabajo, pero aumentó el impuesto de renta e incrementó la carga sobre las utilidades. Eso debe generar más formalización, pero no necesariamente crea un espacio en los balances para mirar el tema salarial. El impacto se sentirá en mayor proporción en 2014.
¿Qué opinión tiene frente a las propuestas de salario mínimo diferenciado por sector o región?
Hay países que, a nivel tripartito, definen el salario dependiendo del sector. No es misterio, pero pasar de un salario único a uno diferencial implica reconocer que hay actividades que deberían tener una remuneración inferior a la general. Ahí, mi pregunta es, ¿a quién se le va a bajar el salario? De todas formas, es un proceso interesante, pero necesita mucha preparación. Por regiones es lo mismo, aunque indirectamente hay una diferenciación y es que en las áreas rurales no hay subsidio de transporte.
La tasa de desocupación continúa bajando. ¿Cuál es su análisis?
En general, la economía está funcionado bien y creando empleo, y como proporción, es mayor la creación de trabajo formal. Las ciudades que estructuralmente han tenido altas tasas de desocupación han tenido quiebres en la tendencia. En el eje cafetero están diversificando su economía, en Quibdó hay efectos puntuales por la creación de un call center, pero hay otros con problemas serios como Cúcuta y Popayán.
REFORMA PENSIONAL
La reforma a las pensiones, que había sido anunciada como una de las banderas del Gobierno para este año, todavía no será sometida a consideración. Según el ministro de Trabajo, la reforma “está lista y hay un alto grado de acuerdos en los componentes del ajuste: ampliar la cobertura, porque en Colombia es muy difícil pensionarse; que reduzca la inequidad en el regimen de prima media, y que sea sostenible. Pero hay que medir el ambiente político”.
Aunque expertos de todo el mundo sugieren aumentar el tiempo de cotización y la edad, Pardo señala que “esa ha sido la tendencia de reformas anteriores, con el resultado de que cada vez hay menos pensionados. Hay que mantener un balance, pues si se quiere un sistema perfectamente financiado, habría menos pensionados, o si se busca un régimen con subsidios bien focalizados”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario