Para nadie es un secreto que los datos en los diferentes negocios, independiente de su tamaño, son cada día más fundamentales; sin embargo, es común que, al empezar a recoger los datos de las diferentes fuentes de información del negocio, puedas sentirte abrumado no sólo con la cantidad de datos sino con entender qué hacer después de tenerlos frente.
Los datos por si sólo no son la gran fuente de ventas que se publicitan en las redes, se requiere organizar los datos, las fuentes, entender los puntos de interacción con el cliente del negocio, el tipo de información que nos dejan en cada encuentro, por qué nos compra o no, pero, sobre todo, tener claro qué se quiere lograr con este análisis, porque a partir de allí resultarán las preguntas que los datos recolectados lograrán resolver. Normalmente, las PyMEs se pierden en un mar de datos que los lleva a tomar decisiones equivocadas sólo por no tener una estrategia definida al respecto.
Para comenzar a plantear una estrategia clara, no es necesario salir a contratar especialistas de data para su negocio instantáneamente, lo primordial es que tanto dueños, directivos, empleados y demás personal de la empresa comprendan el valor e importancia de la data, sus posibilidades y empiecen a darle aprovechamiento desde ya. El valor de la información no está en los datos concretos, sino en la manera de gestionarlos, para descubrir patrones o tendencias que ni siquiera se habían imaginado antes.
Para que los datos de tu negocio se vuelvan accionables y se traduzcan en beneficios, te recomendamos los siguientes pasos:
– Definir tus objetivos con la data: es importante definir qué se quiere lograr con los datos, aumentar ventas, entender por qué no te compran, mejorar procesos, entre otros. De esto dependen los flujos de información que debes trazar y la información que debes recolectar de tus clientes, proveedores y de todo aquel que impacte el objetivo del análisis; puede que encuentres que no estás recogiendo algún dato vital para tu análisis.
– Recopilar y organizar: Una vez ya tienes trazados los flujos de información y los actores (que son los que proveen data: clientes, proveedores, almacenistas, cajeros, entre otros), debes entender qué información te dan, en qué punto y en qué formato. No es lo mismo que un proveedor te de fechas dd/mm/aaaa y su almacenista las guarde como mm/dd/aaaa, por mencionar un caso. Es importante que este clara la estructura y los datos en sí mismos para poder filtrarlos, compararlos, graficarlos y analizarlos.
– Analizar los datos: La data tiene valor sólo cuando se entiende, cuando se hace comprensible, de otra manera, no son más que un montón de observaciones. Solo se puede lograr dicho análisis con la información correcta, entendiendo el negocio y los datos que se le presentan. Aquí es cuando se requiere un conocimiento mínimo en análisis de datos que le lleve a detectar tendencias y comportamientos.
– Establecer acciones y medir sus resultados. Una vez has realizado el análisis de los datos podrás llegar a algunas conclusiones sobre el comportamiento de tu negocio y establecerás hipótesis que deberás despejar a través de acciones medibles que te permitan verificar si has logrado cambiar el comportamiento de tu negocio mediante la comparación de cifras de antes y después.
El mundo de la data, por su novedad, aún es un poco complejo para la mayoría de personas. Sin embargo en algunos años será tan relevante como el departamento de ventas o de producción. Un uso estratégico de los datos de tu negocio puede ayudarte a alcanzar objetivos en cualquier área de tu empresas sin importar el tamaño o sector de tu negocio.
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