Continuando con la entrega de reflexiones sobre los posibles efectos económicos y sociales que la pandemia pueda tener en Colombia y el mundo, presentamos algunos aspectos a considerar como la importancia de cuidar las empresas, readecuar las instituciones y comprender el papel de los líderes.
1. Cuidar las empresas es cuidar el empleo. Los países desarrollados cuentan con amortiguadores automáticos, como los seguros de desempleo, y una fuerte seguridad social; esto último más en Europa que en Estados Unidos. En Colombia, aunque ya se diseñó el seguro de desempleo -FOSFEC- es necesario activarlo a través de las cajas de compensación, y, dependiendo de los recursos, es importante gastarlos, inclusive, como apoyo a las empresas para el pago de parafiscales.
Aplazar el pago de la seguridad social, o pagarlo con los recursos del FOSFEC puede ser una de las líneas de apoyo al sector trabajo. Más allá de eso, es necesario entender que respaldar a las compañías también es apoyar el empleo. Las políticas para evitar los despidos no pueden ser efectivas si no se apoya a las empresas. La carga de esta pandemia no puede dejarse en manos de los empresarios.
2. Es necesario readecuar las instituciones. Así como es necesario revisar la regla fiscal, también es esencial hacer lo mismo con la institucionalidad para permitir el accionar de los funcionarios públicos. Por ejemplo, algunos economistas están proponiendo la idea de la política monetaria del helicóptero, es decir, entregar dinero a todos, cuya figura es botar billetes desde este aparato;[1] pero también están diciendo que las instituciones no están preparadas para esa iniciativa.
En Colombia, el Presidente Duque tomó el 17 de marzo una decisión institucional importante, la declaración del estado de emergencia económica (algo que le permite actuar de manera más autónoma) aunque después la normatividad surgida bajo este estado será validada por la Corte Constitucional y el Congreso.[2] Es necesario revisar la Regla Fiscal. Pero además de las grandes instituciones, es importante alinear una política clara por parte de los organismos de control. Reuniones con varios funcionarios públicos muestran el temor de actuar debido a las reacciones que en el futuro puedan tener estos entes.
3. Los líderes actúan con información incompleta, y de todas maneras van a ser juzgados. La teoría del comportamiento ya ha identificado el sesgo retrospectivo. Esto significa, en palabras coloquiales, que “cinco minutos después todo el mundo es más inteligente”, es decir, ex-post juzgamos mejor las políticas. A esto se suma que estamos en una coyuntura incierta, sin toda la información, cambiante día a día, y frente a eso nuestros líderes deben tomar las decisiones rápidamente. El sesgo, si no lo entendemos, nos llevará siempre a juzgarlos de manera inadecuada.
Por esa razón, más allá de las discusiones entre diferentes niveles de gobierno, por ejemplo, en el uso del FONPET entre el gobierno central y los gobiernos locales, es necesario entender que los líderes toman decisiones rápidas con información incompleta, y debemos apoyarlos.
1. Cuidar las empresas es cuidar el empleo. Los países desarrollados cuentan con amortiguadores automáticos, como los seguros de desempleo, y una fuerte seguridad social; esto último más en Europa que en Estados Unidos. En Colombia, aunque ya se diseñó el seguro de desempleo -FOSFEC- es necesario activarlo a través de las cajas de compensación, y, dependiendo de los recursos, es importante gastarlos, inclusive, como apoyo a las empresas para el pago de parafiscales.
Aplazar el pago de la seguridad social, o pagarlo con los recursos del FOSFEC puede ser una de las líneas de apoyo al sector trabajo. Más allá de eso, es necesario entender que respaldar a las compañías también es apoyar el empleo. Las políticas para evitar los despidos no pueden ser efectivas si no se apoya a las empresas. La carga de esta pandemia no puede dejarse en manos de los empresarios.
2. Es necesario readecuar las instituciones. Así como es necesario revisar la regla fiscal, también es esencial hacer lo mismo con la institucionalidad para permitir el accionar de los funcionarios públicos. Por ejemplo, algunos economistas están proponiendo la idea de la política monetaria del helicóptero, es decir, entregar dinero a todos, cuya figura es botar billetes desde este aparato;[1] pero también están diciendo que las instituciones no están preparadas para esa iniciativa.
En Colombia, el Presidente Duque tomó el 17 de marzo una decisión institucional importante, la declaración del estado de emergencia económica (algo que le permite actuar de manera más autónoma) aunque después la normatividad surgida bajo este estado será validada por la Corte Constitucional y el Congreso.[2] Es necesario revisar la Regla Fiscal. Pero además de las grandes instituciones, es importante alinear una política clara por parte de los organismos de control. Reuniones con varios funcionarios públicos muestran el temor de actuar debido a las reacciones que en el futuro puedan tener estos entes.
3. Los líderes actúan con información incompleta, y de todas maneras van a ser juzgados. La teoría del comportamiento ya ha identificado el sesgo retrospectivo. Esto significa, en palabras coloquiales, que “cinco minutos después todo el mundo es más inteligente”, es decir, ex-post juzgamos mejor las políticas. A esto se suma que estamos en una coyuntura incierta, sin toda la información, cambiante día a día, y frente a eso nuestros líderes deben tomar las decisiones rápidamente. El sesgo, si no lo entendemos, nos llevará siempre a juzgarlos de manera inadecuada.
Por esa razón, más allá de las discusiones entre diferentes niveles de gobierno, por ejemplo, en el uso del FONPET entre el gobierno central y los gobiernos locales, es necesario entender que los líderes toman decisiones rápidas con información incompleta, y debemos apoyarlos.
https://lanotaeconomica.com.co/economia/reflexiones-sobre-el-coronavirus-y-sus-efectos-economicos-ii.html
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