lunes, 15 de diciembre de 2014

Los retos para el mercado laboral

El país es un poco rígido en las leyes migratorias para contratación.

Colombia está por primera vez en el Índice Global de Habilidades 2014 de la consultora Hays. Se puede concluir que hay varios factores por superar.

El mercado de trabajo perfecto sería aquel en el que las universidades privadas y públicas tuvieran todos los cursos necesarios, y de calidad, para lo que buscan las empresas, con el fin de suplir la demanda.
En ese escenario, el desempleo debería ser muy bajo y con una amplia participación en ese mercado de trabajo de todas las personas en términos de géneros y estratos socioeconómicos.
“Que las personas puedan entrar al mercado de trabajo fácilmente y puedan hacer parte de él no es beneficioso solamente para ellos, sino por el recaudo fiscal que eso implica para el Gobierno”, explica Duarte Ramos, managing director para Hays en Colombia.
La consultora especializada en seleccionar cargos medios y gerenciales hace cada año la tarea de identificar cómo están los países frente a este modelo ideal de mercado de trabajo y publica el Índice Global de Habilidades. En esta edición, 2014, por primera vez incluyó a Colombia. Los resultados arrojan tareas por hacer.
El Índice se determina por varios indicadores que tienen como soporte la flexibilidad de contratación a nacionales y extranjeros, el menor desempleo y la oferta educativa ajustada a la demanda.
La suma de esos indicadores da un promedio que en el caso de Colombia es 6. Estamos acá en un punto intermedio, y eso significa que el mercado colombiano de trabajo está bajo una presión considerable, de sobrecalentamiento, dice el experto. Desde su perspectiva, el crecimiento económico generó demanda de determinadas competencias, y hoy por hoy el mercado no las suple de una forma saludable.
Ramos anota que ese mal lo padecen los países latinoamericanos. Todos están dentro de este indicador, que es presión moderada alta, pero Colombia es el que tiene la peor calificación, la más alta en este momento, frente a mercados como los de México, Brasil y Chile.
Agrega que en todo el continente americano hay un problema, si se incluye el caso de Canadá y Estados Unidos: ninguna de las economías, desde un punto de vista macro está favoreciendo el mercado de trabajo y eso lo que hace es crear una gran probabilidad para que el mercado de trabajo genere un menor crecimiento económico o un estancamiento del crecimiento a mediano plazo. Justamente, “Estados Unidos es el peor de todos”, afirma.
Colombia es el segundo más tensionado, después de Estados Unidos.
El mayor problema tiene que ver con “la muy débil participación de la población activa en el mercado de trabajo”.
Cerca del 47 por ciento de la población activa en Colombia está en riesgo de perder su trabajo mañana porque está en una situación precaria, y tiene una relación de trabajo informal, advierte.
Este porcentaje, si bien no representa desempleo no contribuye a que el Gobierno pueda recaudar impuestos de manera sostenible, evidencia relaciones precarias con los empleadores.
Además, muestra que, ante algún cambio cíclico en la economía, el informal fácilmente puede estar desempleado.
Otro aspecto que se aborda tiene que ver con el manejo de los trabajadores.
Duarte Ramos anota que las empresas han repotado problemas para flexibilizar las relaciones laborales, principalmente en los sectores atractivos y de economías atractivas.
Esto, unido a un desempleo que todavía es alto. Añade que pese a que el país está evolucionando en empleabilidad, hay un porcentaje considerable de la población que no tiene las competencias de educación, por diversas condiciones, y no ofrece competencias necesarias para el empleo que se está generando.
Entonces hay un desajuste. Se tienen posiciones en el sector público y privado que están abiertas hace 9 o 18 meses, y no encuentran los candidatos con las competencias necesarias. Pero por otro lado, se presenta una tasa de desempleo relativamente alta, que no suple de forma cíclica o flexible estas necesidades.
Estos son los puntos principales por superar en el mercado de trabajo en Colombia.
DIFICULTADES PARA IMPORTAR TALENTO 
En el análisis de Hays se llama la atención sobre las dificultades jurídicas y legales para importar talento.
Duarte Ramos, managing director para Hays en Colombia, dice que las leyes migratorias no favorecen cuando una empresa quiere traer del exterior científicos o perfiles de ingenierías muy específicas.
Los procesos migratorios son muy complicados y lentos. Explica que si una empresa abre en Colombia y trae un gerente apoderado de la empresa como representante legal, es relativamente fácil emplearlo para que ejerza esa función. Pero si se quiere traer a una persona por carrera, por tener un doctorado o ser maestro en geofísica, tecnologías de información u otra área, es difícil.
“Hay que hacer una justificación ante las autoridades del por qué no se contrata a una persona local, y no digo que no sea justo, pero no es flexible y muchas empresas reportan dificultades en atraer cargos muy específicos para su organización y esto lleva a que cueste mucho dinero”. comenta el experto.
Y si bien algunos analistas dicen que Colombia es un país que recibe muchos extranjeros gracias al fuerte flujo de inversión extranjera directa, lo cual crea empleos directos de extranjeros, Colombia todavía exporta más personas que las que importa.
El año pasado Colombia perdió 130.000 personas en el mercado de trabajo, por ejemplo.
Desde las perspectiva del experto, “hay muchos más colombianos trabajando en el exterior en cargos muy similares, lo que demuestra que el mercado de trabajo es muy inflexible y un poco rígido en su funcionamiento de leyes migratorias, de relaciones laborales, criterios y procesos de contratación que son bastante morosos”. Agrega que eso tiene que ver con el desajuste de talento.
LA EDUCACIÓN
El Índice Global de Habilidades 2014 también arroja que el país tiene algún grado de flexibilidad educativa. Esto se traduce en que la calidad de enseñanza en Colombia es buena para lo que son las competencias necesarias y el nivel de profesionalismo pedido por las empresas, aunque con una tendencia más negativa, lo que estimula el desempleo.
“Hay mucha gente graduada en ciencias humanas pero los sectores que ofrecen empleo no están en la búsqueda de ese tipo de cargos” dice Duarte Ramos.
El interés está en personal experto en áreas científicas, ingenierías o administración de empresas, que ofrecen más empleabilidad. Además, hay un esfuerzo estadístico por capacitar la población y hay cada vez más graduados pero, al parecer, su desempeño técnico no ha sido el mejor.

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