Pagos electrónicos en el Reino Unido y Australia alcanzan el 53 y el 48 por ciento, respectivamente.
A la mayoría de colombianos, los medios de pago electrónicos no terminan de convencerlos. Otros simplemente no tienen acceso a ellos, por lo cual continúan ‘casados’ con el efectivo.
Así parece demostrarlo un informe de la Superintendencia Financiera , según el cual de los cerca de 130 billones de pesos que se movieron con las tarjetas débito hasta octubre del 2013, solo el 12,9 por ciento se utilizó en pagos directos en puntos de venta y el restante 87,1 por ciento terminó en el bolsillo de personas que hicieron retiros de cajeros electrónicos, para luego utilizar el dinero en transacciones.
Pero la preferencia de los colombianos por el efectivo no está sustentada solo en esas cifras. Un estudio reciente de MasterCard determinó que en el país 9 de cada 10 personas prefieren hacer sus transacciones en efectivo y no con dinero plástico o empleando los canales electrónicos.
En cambio, en otras economías el uso de medios de pago distintos al efectivo alcanza el 53 por ciento, como en el Reino Unido, o en Australia, Estados Unidos y Brasil, donde las tasas son del 48, 35 y 26 por ciento.
Esto pese a que en el país la inclusión financiera llega al 69 por ciento y circulan cerca de 19 millones de tarjetas débito.
De acuerdo con Gabriel Zuliani, vicepresidente senior de Productos Débito de MasterCard para Latinoamérica y el Caribe, un menor uso del efectivo beneficia a la economía porque ahorra en producción de papel moneda, reduce la economía informal, da mayor seguridad en las transacciones, más ingresos para una nación vía impuestos y una mayor inclusión financiera, entre otros factores.
Para el directivo, el sector privado debe promover aún más la bancarización y el Gobierno, utilizar más las tarjetas electrónicas en el pago de subsidios y ayudas sociales.
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