viernes, 7 de agosto de 2020

Segundo trimestre, el peor pero con señales positivas

Aún sin datos de todo el periodo, las cifras parciales muestran que la crisis tocó fondo y que ya hay signos de reactivación.


El Emisor espera que la política monetaria dé un impulso adicional a la economía.

El segundo trimestre del año, del que todavía no se conocen cifras oficiales, habría sufrido el peor golpe de la historia del país por cuenta de la pandemia por coronavirus.

Aún así, con los datos que se reportan hasta ahora y la perspectiva de los analistas consultados, se ven algunas señales de una recuperación en los próximos meses. Abril, coinciden, fue el mes en el que se tocó fondo en los indicadores económicos.

El próximo 14 de agosto el Dane publicará los datos del segundo trimestre del PIB, y si bien la expectativa es que sea negativo, se espera que en otros indicadores como el Índice de Seguimiento de la Economía (ISE), que sale el mismo día, se pueda ver una recuperación gradual en junio.

Por un lado, la demanda de energía, que evidencia un mayor movimiento de las industrias, ha venido aumentando con respecto al mes anterior desde abril, cuando tuvo un descenso de -10,7%, según XM. De hecho, en mayo el dato fue de -6,65% y en junio de -5,44%. Ese mismo comportamiento se ve, por ejemplo, en la cantidad de toneladas movilizadas en el transporte de carga, pues en junio la caída fue de -12,2% y en abril ese dato fue de -31,4%.

Martha Elena Delgado, directora de análisis macroeconómico y sectorial de Fedesarrollo, explicó que se esperaría “una recuperación paulatina en el segundo semestre que rebote el crecimiento y que las cifras sean menos negativas, y eso está soportado en el incremento de la demanda de energía, la producción industrial y en nuestra encuesta empresarial y del consumidor”.


Delgado destacó los resultados de la más reciente Encuesta de Opinión Empresarial de Fedesarrollo de junio en la que se ve que el 70% de las organizaciones consultadas respondieron que estaban en funcionamiento, frente a un 31% de abril y un 40% de mayo. “Por eso uno esperaría que el deterioro no sea tan grave en los próximos meses”, agregó.

De igual manera, en el pulso empresarial que publicó la semana pasada el Dane con el dato de mayo, se ve que mientras en abril el porcentaje de empresas que estaban funcionando con normalidad era de 31,4%, en mayo el dato fue de 45,6%, un aumento de 14 puntos porcentuales.

La Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif), en su comentario económico del viernes pasado, hizo una radiografía de los principales indicadores económicos y coincide que se ve un menor deterioro para los indicadores de mayo y junio, mostrando unas señales de recuperación.

“Si bien los resultados aún son muy negativos, se evidencia el impacto positivo de la reactivación de algunos sectores desde finales de abril, a pesar de que la velocidad de apertura ha sido muy distinta entre las principales ciudades capitales, debido a las decisiones de las autoridades locales, según la discrecionalidad aprobada por el Gobierno Nacional”, dice el comentario de Anif.


LO QUE SE VIENE

El economista José Antonio Ocampo, excodirector del Banco de la República, también le explicó a este diario que abril fue el peor mes y que se viene un proceso de recuperación que será lento. “Eso también depende de cómo se empiece a lidiar con la pandemia y que se incluyan más actividades económicas en la reapertura. Definitivamente, el peor problema es la pérdida de empleos, que está también asociada al cierre de pequeñas y medianas empresas”, detalló.

En esa línea, Andrés Giraldo, director del departamento de economía de la U. Javeriana, dice que el gran reto es volver a una tasa de desempleo de un dígito. “Eso requiere una reforma laboral porque desde antes de la pandemia ya se veía que el crecimiento económico no significaba más empleo. El Gobierno no solo debería actuar con subsidios al empleo formal, sino con una reforma laboral que pueda ayudar a reducir los costos asociados a la nómina”, añadió.

Cabe recordar que, como se dijo en este diario en días pasados, la administración Duque no ha anunciado hacer grandes reformas en el nuevo periodo legislativo, pero sí hará un estrategia con la que busca generar 1 millón de empleos “en los próximos años”.

Ese plan tendría un valor de 100 billones de pesos, que combinaría inversión pública y privada. Sin embargo, insisten los economistas consultados, que también se debe considerar en la reforma tributaria y en una renta básica focalizada.


En ese último punto coinciden Giraldo y Ocampo, quienes plantea que sería una buena forma de no perder tantos años en el avance contra la pobreza. Y en el corto plazo, propone Anif, es prudente continuar con una apertura gradual de la economía, que incluya pilotos de reactivación en sectores como el de alojamiento, transporte aéreo, restaurantes y gimnasios.

Por último, Delgado señala que ese tipo de decisiones en el corto plazo, sumadas al comportamiento del virus, podría determinar si el país al cierre del año se acerca a una contracción del PIB de 5,5% o de 7,9%, como ya lo ha dicho Fedesarrollo. Eso se suma al análisis que hizo Fitch la semana pasada en el que baja aún más la proyección del PIB de Colombia de -4,5% a -6,9%, por cuenta del coronavirus y los bajos precios del petróleo.

BRECHAS DE GENERO, EDUCACIÓN Y DESIGUALDAD

Como consecuencia de la pandemia por coronavirus, los expertos señalan que hay que prestar especial atención al deterioro de la calidad de la educación, al aumento de la desigualdad, la pobreza y la profundización de las brechas de todo tipo entre hombres y mujeres.

Según Giraldo, “en el caso de la educación se van a ver mayor desigualdades entre los colegios públicos y privados, y en los rurales y los urbanos”. Eso tiene que ver con la conectividad y el acceso a herramientas digitales que tienen los niños en estos momentos.

Para el caso de las mujeres, ellas han sido las más golpeadas por el desempleo y el cierre de unos sectores.


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