Llegó febrero y muchos trabajadores ya están haciendo cuentas de cómo van a gastar sus cesantías. Sin embargo, las entidades hacen un llamado de atención para que el ahorro sea destinado para los usos establecidos por la ley y no para tapar las deudas, precisamente porque parte de estos ahorros hoy cubren al 82% de los trabajadores que ganan menos de dos salarios mínimos en el país, de un total de seis millones de empleados que cotizan al sistema.
“El trabajador debe recordar que las cesantías son su gran aliado para el ahorro y también su mecanismo de protección en momentos de dificultad laboral, sobre todo en la actual coyuntura que puede traer consigo alta inestabilidad en el mercado laboral”, aseguró el presidente de Asofondos, Santiago Montenegro Trujillo.
Sin embargo, en el país más allá de la compra de vivienda o del ahorro destinado a compra de esta, lo cierto es que la principal destinación sigue siendo el mejoramiento del hogar, lo que a juicio de los expertos es también el mecanismo más usado para poder cubrir con estos recursos otro tipo de destinaciones no especificadas en la ley.
De acuerdo al comportamiento del año pasado, Asofondos encontró que del total de $3,92 billones utilizados, el 35,7%, es decir $1,4 billones, se destinó como seguro de desempleo.
La ley también permite la utilización de este tipo de prestación salarial para cubrir otro tipo de necesidades , tales como educación y compra, liberación de deuda o mejoramiento de vivienda. En 2015 el monto retirado para cubrir tales aspectos ascendió a $2,38 billones, es decir, un 60,7% del total de los recursos.
Cabe indicar que las cesantías se liquidan anualmente al 31 de diciembre y se consignan en un Fondo de Cesantías antes del 15 de febrero del siguiente año (Ley 50 de 1990), por lo que antes de 11 días los empleadores del país deben efectuar dichas consignaciones. Por cada día que transcurra después de la fecha límite, el empleador debe pagar un día de salario por cada día de retraso en que incurra en el no pago.
¿CÓMO OPERAN LOS RENDIMIENTOS?
La ley creó un esquema de multiportafolios para que la persona elija el que más le convenga. A corto plazo si su expectativa es retirar las cesantías en menos de un año (menor probabilidad de rendimientos) o largo plazo, si el objetivo es mantener las cesantías ahorradas por más de un año (mayor probabilidad de rendimientos).
Esta rentabilidad depende de la gestión de la AFP, del tipo de inversiones que se hagan y de factores externos como las condiciones de los mercados y de las economías tanto local como internacional.
De todas maneras, la Superintendencia Financiera establece una rentabilidad mínima que las AFP deben entregar a sus afiliados por estos aportes. La información de rentabilidades es pública y puede ser encontrada en las páginas web de las diferentes AFC.
EN DETALLE
Al mirar de forma desagregada, las cifras analizadas por Asofondos revelan que el uso de las cesantías orientadas al mejoramiento de vivienda pesó en un 26,5% ($1.04 billones), seguido por compra de vivienda con un 25% ($980.566 mil millones). Con respecto a 2014 los rubros de vivienda son los que mayor crecimiento han presentado. Por su parte, el rubro para la financiación de estudios del afiliado o su familia pesó en un 9,3% ($365.360 mil millones); el 3.6% restante se destinó a otros retiros autorizados. Así, Asofondos reitera la importancia de que las cesantías tienen un objetivo más importante que los demás: brindar protección al quedar cesante y para lograrlo debe existir un trabajo conjunto entre las empresas y los empleados.
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