El 26 de abril se celebra en el país el Día del Niño. Y además de las actividades en torno a la diversión y el entretenimiento para los chicos, los expertos aprovechan la oportunidad para generar la reflexión en torno a la importancia de que los adultos exploten los niños que llevan dentro en sus diferentes esferas de desempeño y no dejen de lado el juego.
Los estudios señalan que a medida que se crece los impedimentos para jugar se incrementan, por dar prioridad a todo aquello que reporte productividad. De esta forma, se relega el espacio para las actividades que solamente producen placer y diversión.
Sin embargo, está comprobado que en ambientes laborales las prácticas lúdicas tienen sus bondades. (Ver recuadro).
Ruth Camelo, directora Ejecutiva de la Corporación Día de la Niñez, destaca cómo algunas empresas en Colombia tienen el juego como una ventaja competitiva porque estimula la creatividad y la innovación, y dinamiza el trabajo en equipo.
La experta cita casos como el de Google que dispone del 30 por ciento de sus espacios para que los empleados jueguen lo que quieran.
La compañía Nestlé también proporciona tiempo libre después de las dos de la tarde los viernes y la multinacional Coca-Cola tiene espacios de juegos para que su personal lo use en el horario laboral.
La compañía de bebidas programa actividades como jugar Ping-pong, hacer deporte, tomar clases de yoga o zumba en un gimnasio que tiene en la sede.
También ofrece la opción de clases de cocina.
Otro es el caso de la firma MediaCom, que opera en unas oficinas que asemejan un jardín infantil.
LOS ESTUDIOS
La firma JWT Colombia y la Corporación Día de la Niñez hicieron una alianza para establecer la tendencia en el país en materia de juego en el 2013. Para ello, hicieron a mediados del año pasado 300 encuestas en Bogotá, Medellín y Cartagena, 100 en cada ciudad, a personas de 18 a 35 años usando Sonar, una herramienta en línea de JWT.
Esta iniciativa surge de un estudio que se hizo de ese estilo en Estados Unidos y Reino Unido. Estos resultados internacionales sirvieron para ser comparados con lo que arrojó la investigación en Colombia.
Por ejemplo, se concluye que, a diferencia de los británicos y los estadounidenses, los adultos colombianos sienten que hacen más actividades para divertirse, y les resulta fácil ser creativos y alegres en la vida cotidiana. Por razones obvias, quienes son padres valoran más el juego y se vinculan a actividades lúdicas.
En general, el 78 por ciento de los colombianos extraña jugar como niños y un 84 por ciento dice que le gustaría volver a recobrar parte de la imaginación, la diversión y la creatividad de la niñez.
Otro aspecto en que llama la atención el estudio es cuando se revisa en qué invierten el tiempo los colombianos.
Las dos primeras actividades son ver televisión y leer, y en un tercer lugar aparece compartir en familia, lo que da idea de la proporción de tiempo que habría para el juego.
Este dato no es tan negativo, si se tiene en cuenta que en Estados Unidos e Inglaterra estar en familia no aparece. La tarea sería trabajar para que en el país esa actividad ascienda en el orden de prioridades.
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