Para este año apuntan a que crecimiento sea de 4%.
Ante una de las peores crisis para el país, provocada por la pandemia del coronavirus, hoy Colombia conocerá cuál fue el impacto en la economía. Según estimaciones de los analistas y el Gobierno, la contracción podría estar alrededor del 7%.
Precisamente, el Indicador de Seguimiento a la Economía del Dane a noviembre muestra que la actividad productiva había registrado una variación negativa de 7,3%, lo que se acerca a los pronósticos de varios centros de estudio y organismos internacionales sobre el desempeño de la economía al cierre de 2020.
Y aunque con el levantamiento del aislamiento obligatorio en septiembre la economía empezó a mostrar unos brotes verdes, la caída que se prevé para el cierre del año pasado estuvo jalonada en gran medida por un desplome de las actividades en el segundo trimestre, cuando el PIB se contrajo 15,7%, el peor resultado en ese indicador de la historia reciente de Colombia.
Para Alejandro Reyes, economista principal de BBVA Research, “la razón principal de este resultado es el cierre de la actividad productiva no esencial en el segundo trimestre del año, cuando la contracción alcanzó a ser de casi 16% anual. En ese momento cerramos fábricas, comercios y prestadores de servicios, y llevamos a todo el mundo a gastar en lo puramente esencial. Desde ese entonces nos hemos venido recuperando paulatinamente”.
El golpe a la economía ha sido tan profundo que, según confirmó Fedesarrollo en un estudio, Colombia entró en recesión desde marzo. Luis Fernando Mejía, director de ese centro de estudios, detalló en su momento que “a pesar de que puede ser una crisis corta, y seguramente será más corta que la de 1999, la profundidad de la caída implica una recesión desde 2020”.
En ese sentido, las proyecciones de Fedesarrollo apuntan a que la contracción de la economía para el año pasado sea de 7%, debido al choque que tuvieron las restricciones de movilidad y el detrimento del mercado laboral. Aún así, creen que para el 2021 el PIB puede crecer hasta 4,4%. El reporte más reciente de Política monetaria del Banco de la República señala también que, en línea con la reapertura de las actividades, en el cuarto trimestre la economía tendría una mejora con respecto al periodo inmediatamente anterior y la variación sería de -4,4%.
“De confirmarse estos pronósticos, el crecimiento del PIB para todo 2020 estaría en un rango entre el -6,8% y el -7,4%, con una cifra del -7,2% como más probable”, advierte el banco.
Por su parte, el Gobierno empeoró su estimación para el cierre de año y dijo que el desplome de la economía podría estar en 6,8% para este año, y el rebote para el 2021 podría estar en 5%.
Corficolombiana, a su turno, señaló que “el doble choque del confinamiento y los bajos precios del petróleo se tradujo en una estrepitosa caída de la demanda interna. Aunque ha venido recuperándose en la medida que reabrieron las actividades productivas, esperamos que termine este año con una caída de 7,1%”.
En el sector bancario también coinciden en que esa caída estaría alrededor del 7%.
Por un lado, Asobancaria dijo que la reducción para el cierre del año pasado estaría entre 6,8% y 7,2%, en tanto que BBVA Research dijo que podría estar en 7,2%, y Scotiabank Colpatria anotó que podría estar en el 7,5%.
Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria, explicó que “nuestra proyección oficial para el 2020 es un decrecimiento de -7,5 %. Sin embargo, los datos que han salido del último trimestre del año pasado sobre ventas al por menor y los datos que salieron de producción manufacturera nos hacen pensar que es posible tener un pequeño sesgo alcista. Eso quiere decir que el pronóstico puede bajar al -7%”.
En cuanto a los organismos internacionales, que han cambiado varias veces sus diagnósticos para Colombia impulsados por las medidas estrictas que se han tomado en las principales ciudades del país y que han frenado el ritmo de recuperación del país, están en un rango de -7,9%, para el caso del Fondo Monetario Internacional, o de 8,3% para el caso de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde).
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) fue uno de los organismos que recientemente empeoró la previsión para Colombia, pues mientras esperaba que la caída del 2020 sería de 5,6%, cambió el dato y dijo que sería de 7%. Eso sí, con un repunte para el 2021 de 5%, en línea con lo que había planteado el Gobierno.
PERSPECTIVAS PARA EL 2021
Y aunque las proyecciones para el cierre de este año ya están en verde, el país tendrá por delante el desafío de contener la pandemia y el Gobierno tendrá la tarea de enviar un mensaje de tranquilidad a través de reformas estructurales a las calificadoras de riesgo para evitar una baja de la nota.
Entre los expertos, centros de estudio y organismos internacionales coinciden en que el repunte de este año estaría entre un crecimiento de 4% y 5%, y que estaría determinado por la reapertura de la economía y las medidas que tome el Gobierno para impulsar el crecimiento y asegurar una sostenibilidad fiscal.
Para Carlos Sepúlveda, decano de economía de la Universidad del Rosario, “seguramente las estadísticas de enero serán bastante negativas. Sabiendo que el arranque va a ser lento y la vacunación gradual, es más razonable pensar en un crecimiento por debajo del 4%.Vale la pena precisar que aún hay mucha incertidumbre y entre más rápido avancemos en la recuperación, más rápido se despeja el panorama económico”. concluyó.
El choque de la demanda
En medio de los retos que trae la recuperación para el país, los expertos y los centros de estudios también llaman la atención sobre la necesidad de impulsar la demanda, que todavía estaba mostrando debilidad durante 2020 y que, por cuenta de las nuevas medidas de confinamiento que se vieron en enero, estuvieron aún más golpeada.
De acuerdo con el centro de estudios económicos Anif, uno de los motivos detrás de ese detrimento del consumo tiene que ver con la pérdida de ingresos laborales, que en diciembre tuvieron una reducción de $1,44 billones, por lo que en total lo que dejaron de recibir los hogares ascendió a $31 billones, un 2,9% del PIB.