lunes, 25 de septiembre de 2017

Regalar dinero: ¿Será la solución a la pobreza?

Un historiador holandés abrió de nuevo el debate sobre la estrategia de entregar plata para sacar gente de la pobreza. ¿Cómo va Colombia en este frente?
 
Rutger Bregman cree que distribuir riqueza por medio de rentas básicas universales es una estrategia acertada. 

Uno de los más interesantes (y trágicos) debates está hoy relacionado con las causas de la pobreza y las estrategias eficaces para superarla.

La aparición de intrincadas redes de protección social para garantizar un ingreso mínimo a quienes quedan atrapados en la pobreza es la faceta más evidente de esta preocupación de muchas sociedades. El debate gira en torno a si regalar plata es una estrategia eficaz o no.

Pues ahora un historiador, filósofo y economista holandés está promoviendo a través de su obra Utopía para realistas, la idea de que regalar plata sin condiciones a los pobres es la mejor ayuda para superar la pobreza.

Se trata de Rutger Bregman, que en su obra se muestra “a favor de la renta básica universal, la semana laboral de 15 horas y un mundo sin fronteras”.

Foto: Rutger Bregman, historiador.

Respecto de la renta básica universal, el autor señala que hay evidencia empírica suficiente para demostrar la eficacia de esta estrategia. “Numerosos estudios del mundo entero ofrecen pruebas concluyentes: el dinero gratis funciona. Ya se ha establecido una correlación entre el desembolso económico incondicional y la reducción de la delincuencia, la mortalidad infantil, la desnutrición, el embarazo adolescente, así como el absentismo escolar, y mejoras en el rendimiento académico, el crecimiento económico y la igualdad entre sexos”, comenta el autor en su libro.

Bregman recuerda casos de Inglaterra, Namibia, Malaui, Brasil, India, México y Sudáfrica, donde han establecido programas sociales de transferencias a los pobres.

“El argumento de que ‘los pobres son holgazanes’ se esgrime una y otra vez”, explica Bregman, pero recuerda otros casos donde esta premisa cambió. “En Liberia se realizó un experimento para ver qué sucedía si se entregaban US$200 a los pobres más proclives a malgastarlos. Reclutaron alcohólicos, adictos y pequeños delincuentes en los barrios más humildes. Tres años después, ¿en qué habían gastado el dinero? En comida, ropa, medicinas y pequeños negocios”, señala el autor. Según él, queda demostrado que los prejuicios sobre los pobres y sus hábitos de consumo han quedado desvirtuados.

El caso local

Por cuenta de esta propuesta vale preguntarse cómo le está yendo a Colombia con esta estrategia.

El país ha logrado estructurar una de las más importantes redes de protección social contra la pobreza en la región. Según Nemesio Roys Garzón, director del Departamento para la Prosperidad Social, desde 2011, cuando los subsidios directos a los pobres fueron convertidos en ley, han sido entregados en transferencias monetarias condicionadas $8,6 billones, lo que equivale a entre $1,8 billones a $1,9 billones al año. En total se benefician de estos aportes 2,5 millones de familias.

“Las ayudas están condicionadas a que los hijos de estas familias asistan a la educación y a controles de crecimiento y desarrollo en instituciones públicas de salud”, comentó. Según el funcionario, el máximo valor de subsidio que puede recibir una familia es de cerca de $160.000 al mes.

Roys señala que la transferencia es condicionada, porque se necesita que el subsidio contribuya a superar la pobreza monetaria y, también, la multidimensional, “que tiene que ver no solo con el ingreso de una familia, sino con el acceso a educación, a salud y a vivienda digna. Como está planteado, el subsidio ayuda a superar la pobreza multidimensional”, explicó.


Foto: Nemesio Roys, Director del Departamento para la Prosperidad Social.

Los resultados del programa, según Roys, son evidentes. Señala, por ejemplo, que se ha empezado a evidenciar un incremento en la probabilidad de graduación del bachillerato en estos segmentos de la población, mejoras en seguridad alimentaria, mayores niveles de vacunación en niños y reducción de trabajo infantil. “Entre la población beneficiada con el subsidio, el indicador de graduación del bachillerato ha mostrado un crecimiento de 6,4%; en asistencia escolar 4%; en reducción de inseguridad alimentaria rural 23%; en vacunación 4,9% y una reducción en desnutrición 6%”, comentó. A propósito de en qué se gastan los pobres el subsidio, Roys aseguró que la mayor parte de ese ingreso va a gasto en alimentos. Una de las críticas al programa es que no tiene un mecanismo de graduación. Roys señaló que ya han salido del programa 654.000 familias porque sus hijos han terminado el bachillerato e inmediatamente quedan excluidas del auxilio.

Adicional a esto, se está discutiendo en el Congreso una ley para establecer que el programa solo vaya dirigido a personas en condición de pobreza, pues hay un número importante de grupos sociales, como indígenas o víctimas de la violencia, que reciben el subsidio, pero que no necesariamente son población pobre.

“Hay un impacto de estos programas en la meta de superar la pobreza. En el último estudio que hizo el Dane para 2016 tenemos un índice de pobreza monetaria de 28% en este momento. Si descontamos el efecto de las ayudas institucionales, eso habría sido de 29,3%. En pobreza extrema 8,5%, si le quitamos ayudas institucionales habría sido de 9,8%”, comentó el funcionario.

Para él, es claro que esta clase de programas es apenas el primer paso para mejorar las condiciones de los pobres, porque son necesarias más cosas, como educación técnica o superior o ayuda con emprendimiento, para garantizar mejores ingresos de manera permanente.

El país está revisando toda su estrategia de subsidios para focalizarlos mejor. La potente red de lucha contra la pobreza con la que cuenta Colombia es una fortaleza. Sin embargo, es importante valorar el tema, tal vez no para fortalecer los criterios de adjudicación, sino, por el contrario, como lo propone el holandés Bregman en su obra, para flexibilizar las condiciones de acceso al subsidio y que Colombia se convierta en el primer país de la región en tener una red amplia de protección social que garantice una renta básica universal. Esa sería una revolución; el debate queda abierto ad portas de la campaña presidencial.

Estudiar la pobreza

Son muchos los expertos que han estudiado el fenómeno de la pobreza en Colombia y han mostrado sus resultados.


Foto: Jairo Núñez, Economista.

El estudio del fenómeno de la pobreza se ha convertido en Colombia en una verdadera línea de investigación. Varios de los más importantes académicos han escrito libros enteros sobre el asunto y la estrategia para superar el problema. Uno de los casos más destacados es el del economista Jairo Núñez, quien dirigió la “Misión para el diseño de una estrategia para la reducción de la pobreza y la desigualdad”. Hugo López, que también dirigió la Misión, y Jorge Iván González, son algunos de los economistas que se han concentrado en el análisis de este tema en el país.


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