Un día de noviembre de 2012 muchas personas se vieron sorprendidas al ver que una de las comisionistas de bolsa más importantes del país, Interbolsa, estaba en medio de un escándalo gigante por un tema de unos “repos” y una serie de situaciones legales y de inversión que hizo que la empresa entrara en liquidación (para no aburrirlo con el tema).
Esto significó que muchas de las personas que habían confiado su dinero en esa entidad, se vieron en medio de una encrucijada por saber qué pasaría con sus inversiones. Así, luego de varios años y de todo un proceso largo, parece que finalmente la pesadilla terminó y la Superintendencia de Sociedades anunció que se recuperó cerca del 65% del dinero de los inversionistas.
El tema con esta situación es que al haberse presentado esto, significó un importante hecho que marcó la historia de lo que se conoce como “la confianza inversionista” en dos: muchas personas dejaron de ver las comisionistas con tranquilidad y empezaron a ser un poco más escépticas a la hora de confiar su dinero.
En cifras, de acuerdo con la Bolsa de Valores de Colombia, la participación de las personas naturales en los volúmenes de negociación de la bolsa, en 2008 alcanzó a ser del 50% (recordemos que Ecopetrol hizo que muchos se interesaran en comprar acciones), para que en 2012 -año en el que ocurrió lo de Interbolsa- se redujera a 28%; mientras que en lo corrido de este 2016, esa participación se ha reducido a 19%.
De acuerdo con el experto financiero Jorge Saza, “la enseñanza general de la situación la de quiebra de Interbolsa, entre 2012 y actualmente, muestra que el inversionista pequeño ha salido, porque al mercado no le ha ido bien, ha perdido rentabilidad y ha habido un éxodo de inversionistas pequeños en este tipo de instrumentos que se asocian a la renta variable (acciones)”.
Con esto, puede que haya una pérdida en las ganas querer comprar acciones o demás activos que se negocian a través de las comisionistas de bolsa (aunque hoy en día hay formas en las que usted también puede hacerlo por su propia cuenta, con el etrading); pero lo importante es que tenga en cuenta que hay unas lecciones que usted mismo puede aprender con todo esto, ya sea porque fue uno de los damnificados con la situación, porque tuvo un caso cercano o porque simplemente escuchó noticias.
“Las lecciones que dejó en su momento todo lo de Interbolsa, son no sólo para las comisionistas sino también para el sector financiero en general, en Colombia y para las personas en general”, explica Camilo Silva, socio fundador de Valora e Inversiones.
Lección uno: la seguridad
“Respecto a cualquier activo que genere una rentabilidad, se debe tener muy claro algo: lo más importante es dirigirse a los entes de control, en este caso la Superfinanciera, para hacer las consultas pertinentes y que le aclaren qué es lo que puede estar sucediendo o no con determinada empresa y, con eso, se tendrá claridad y seguridad de lo que en ellas suceda”, explica Silva.
En esto también tiene mucho que ver el papel que desempeñan las tan famosas pirámides pues prometen a las personas que con una inversión pequeña van a tener unas ganancias muy grandes, sin mayor esfuerzo, lo cual NO SUCEDE EN NINGÚN LADO a no ser que quiera apostarle al casino o a inversiones extremadamente riesgosas.
No cuesta mucho mirar la información que da la Superintendencia Financiera, buscar por internet qué han dicho los medios de comunicación sobre la empresa que le está dando oportunidades de inversión
Según el experto de Valora Inversiones, “eso permitirá tener una seguridad sobre las inversiones que tengan, las rentabilidades generadas y no tener inconvenientes que lamentar”.
Lección dos: los huevos en la canasta
Uno de los errores que cometieron la mayoría de personas es dejar los ahorros de toda su vida en un solo lugar: no sólo por tratarse de una misma comisionista, sino también por ser un mismo producto (digamos, un fondo de inversión específico). El especialista financiero Sergio Cifuentes señala que “otra enseñanza es diversificar portafolio, no invertir en el mismo fondo, ni en una misma entidad ni en mismo modelo de negocio”.
Esto es que puede que usted esté convencido que un mismo negocio le podrá ayudar a tener más dinero pero, por inteligencia financiera, tiene que ser consciente y contar con la capacidad y la información para considerar varios sitios e instrumentos, no dejar todos sus huevitos en la misma canasta.
“Para el inversionista pequeño la situación es más complicada, porque solo tiene las herramientas que le dan medios de comunicación o las que los mecanismos públicos presentan y no tiene que ser necesariamente educado. Así, es importante pensar en la diversificación de negocios y no apostar todo en un solo tipo de entidad o instrumento”, agregó el experto Saza.
“Existen otros instrumentos que generan otro tipo de seguridad como las carteras colectiva y los fondos de inversión administrados por fiduciarias, los cuales son excelente alternativa para el inversionista pequeño y no necesariamente están sujetos a los vaivenes de mercado, como se está dando en estos tiempos”, continuó.
Lección tres: no coma cuento
Finalmente, es importante considerar que quien busca hacer que su dinero crezca más lo hace no sólo por la ambición de querer más, sino porque tiene es consciente de lo que eso implica: un riesgo, es decir, puede perder dinero también.
“Lo de Interbolsa es un tema que no se esperaba en el mercado. La trayectoria de la empresa no daba para pensar eso, pero lo que es cierto es que todos tienen un mismo modelo: empiezas a generar más rentabilidades y la gente empieza a ir por ese dato, sin mirar riesgos ni retornos. Y cuando eso se da, pasa lo que pasó”, afirma Cifuentes.
Esto significa que siempre tiene que desconfiar porque “de eso tan bueno no dan tanto” y que tiene o tiene que empezar a informarse. Precisamente, uno de los mayores errores de las personas a la hora de invertir es considerar que siempre van a tener ganancias y que otros manejarán su dinero. Pero un inversionista inteligente sabe que cuando invierte en acciones no está pensando en un periodo corto de tiempo, sino que tiene que saber y tener mucha información sobre la compañía para saber si puede darle o no las ganancias que espera.
Según el experto Cifuentes, “la gente no se daba cuenta que rentabilidades de mercado iban hacia un lado y las de ellos, hacia otro”.
La ñapa
En sí, usted no puede tomar decisiones porque otros le digan, porque crea que es algo que puede salir “bueno” o porque tenga la corazonada de que así sea. Invertir requiere poner de su parte, de formarse, conocer lo que está haciendo con su dinero y procurar prever hacia dónde quiere que sus inversiones vayan.
Al respecto, el último consejo que ofrece el analista Jorge Saza es que los “inversionistas tienen que ser cautos en este momento, así como las autoridades tienen que mostrar que están supervisando los distintos instrumentos de manera adecuada y que estas cosas no quedan en lo que se denomina la impunidad. Además, los medios de comunicación y los analistas especializados deberían ser más críticos con la información que reciben y menos “vendedores de señales” (como se dice en el argot inversionista), que hacen recomendaciones porque tienen intereses particulares asociados a firmas que los contratan”.
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