A cualquiera le puede pasar. Y aunque puede ser un momento de crisis, lo mejor es tranquilizarse y pensar con la cabeza fría. Aquí, un par de soluciones que lo ayudarán en el apuro.
Hay varios estudios que han señalado los malos hábitos financieros de los colombianos. Pero hay uno, en particular, que es el que más afecta las finanzas de cualquier persona: vivir el día a día, sin pensar en el mañana, con lo que simplemente satisfacen sus necesidades durante 24 horas. Y esto puede suceder bien sea porque la situación para muchos colombianos puede estar complicada, pero también, porque hay personas que son bastante impulsivas en sus compras y siempre quieren “darse gusto”.
Pero también puede que se presenten gastos inesperados: una enfermedad, el rompimiento de un tubo en el hogar, una emergencia en la familia… en fin, una gran variedad de situaciones que pueden hacer que sencillamente tenga que disponer de un dinero que no tenía pensado y, en pocos días, sencillamente se queda sin dinero.
Para ello, podría usar el fondo de emergencia que tiene que alimentar cada vez que pueda. Pero si no cuenta con uno, entonces, ¿qué hacer? A parte de entrar en crisis, aquí le ofrecemos algunas alternativas:
• Lo más evidente
Deje de gastar y recorte al máximo hacer todo aquello que le implique usar dinero a no ser que sea algo totalmente vital e innecesario como, por ejemplo, el pasaje del transporte. Establezca prioridades y saque el cálculo de su “número de supervivencia”, es decir, de cuánto va a necesitar a diario para cubrir sus necesidades básicas contando alimentación y transporte.
Una vez tenga ese dato, considere cuánto tiempo falta para la quincena (si está trabajando) o para volver a conseguir un ingreso. Así, sabrá exactamente cuánto necesitará disponer y se enfocará hacia esa meta, tal como lo recomienda Lifehacker.
• Fuentes alternativas
Si no tiene, la respuesta obvia es empezar a generar ingresos de otras fuentes distintas a su trabajo: considere, por ejemplo, hacer opciones de freelance, es decir, hacer algunos trabajos que no requieran mucho tiempo y por el que las empresas puedan pagarle por labor hecha. Estas opciones las puede encontrar en portales de trabajo o en búsquedas de google colocando la palabra “freelance” y al lado, su profesión.
Otra fuente alternativa de ingreso que puede considerar es empezar a vender aquellos objetos que ya no use o no necesite tanto. Recuerde que actualmente hay una gran variedad de portales para venta de productos que puede usar y que no cobran tarifas adicionales. Larry Winget sugiere que productos tecnológicos pueden ayudarle a obtener un buen dinero, así que pueden ser los más útiles y efectivos.
• Cobrar viejas deudas
Es un salvavidas que puede considerar aunque, no siempre, resulte muy útil. Haga cuentas de a cuántas personas pudo haber prestado dinero los últimos meses y qué cantidades y quítese la pena de empezar a cobrar por ellas, dado el momento difícil por el cual puede estar pasando. Claro, considere a qué personas puede hacerles este reclamo y que sea en cantidades que realmente valgan la pena.
• ¿Avance de tarjeta de crédito?
Muchas personas pueden considerar que es una buena alternativa. Pero lo cierto es que un avance en efectivo de una tarjeta de crédito, siempre resultará muy costoso porque siempre son diferidos, automáticamente, a doce cuotas, cobrándole la respectiva tasa de interés. Entonces, la deuda le saldrá bastante costosa. Esto sólo podría resultar útil para la persona que cumpla con dos condiciones: una, tener la tarjeta “limpia”, es decir, libre de deudas y dos, que pueda pagar toda la deuda de manera inmediata, al siguiente mes; evitando el pago de intereses.
• Préstamos
Siempre será la primera solución que llegará a la mente: ya sea pedir prestado dinero a algún familiar o a algún amigo, o quizás también al fondo de empleados o la cooperativa. Quizá, en último lugar, considere un banco. La web de Bright Knowledge señala que este será el primer paso pero debe tener en cuenta varias consideraciones previas: una, sobre la cantidad (recuerde el número de supervivencia del que le hablamos anteriormente) y dos, que siempre deberá ser devuelto. Un préstamo siempre resultará más fácil entre conocidos, pero también puede convertirse en la base de discusiones y problemas, así que “cúrese en salud” al respecto.
• Pida un adelanto
Si tiene posibilidades de hacerlo en su trabajo, será una de las decisiones más convenientes. Hable con su jefe o su respectivo empleador y considere si hay opción de que le adelanten, al menos, una parte de su próxima quincena que le permita solventar los días que se vienen. MainStreet señala que esta es la primera opción que debe considerar y que, incluso, si tiene posibilidad de hacer horas extras o cualquier otra labor por la que le puedan dar un dinero adicional en su actual trabajo, debe considerar aprovecharlas al máximo.
• Avise a sus bancos, si es el caso
A veces el quedarse sin dinero también puede afectar su vida crediticia, porque implica que usted no puede pagar sus respectivas cuentas o facturas. Ante ello, la mayoría de la gente la decisión que toma es esperar al segundo mes o un aviso del banco en el que le anuncien que van a tomar medidas legales. Pero esto tiene unas graves consecuencias que le impedirán y dificultarán, a futuro, obtener nuevos créditos.
La decisión más inteligente que puede tomar es hablar con su entidad financiera y comentarle que ese mes se le dificulta hacer el respectivo pago. Y dado que a ellos no les conviene que usted no pague, le ofrecerán alternativas para que pueda sobrepasar ese momento complicado. Quizás por eso mismo le interese leer “¿Con muchas deudas? Aprenda a decidir qué pagar primero”.
Pero también puede que se presenten gastos inesperados: una enfermedad, el rompimiento de un tubo en el hogar, una emergencia en la familia… en fin, una gran variedad de situaciones que pueden hacer que sencillamente tenga que disponer de un dinero que no tenía pensado y, en pocos días, sencillamente se queda sin dinero.
Para ello, podría usar el fondo de emergencia que tiene que alimentar cada vez que pueda. Pero si no cuenta con uno, entonces, ¿qué hacer? A parte de entrar en crisis, aquí le ofrecemos algunas alternativas:
• Lo más evidente
Deje de gastar y recorte al máximo hacer todo aquello que le implique usar dinero a no ser que sea algo totalmente vital e innecesario como, por ejemplo, el pasaje del transporte. Establezca prioridades y saque el cálculo de su “número de supervivencia”, es decir, de cuánto va a necesitar a diario para cubrir sus necesidades básicas contando alimentación y transporte.
Una vez tenga ese dato, considere cuánto tiempo falta para la quincena (si está trabajando) o para volver a conseguir un ingreso. Así, sabrá exactamente cuánto necesitará disponer y se enfocará hacia esa meta, tal como lo recomienda Lifehacker.
• Fuentes alternativas
Si no tiene, la respuesta obvia es empezar a generar ingresos de otras fuentes distintas a su trabajo: considere, por ejemplo, hacer opciones de freelance, es decir, hacer algunos trabajos que no requieran mucho tiempo y por el que las empresas puedan pagarle por labor hecha. Estas opciones las puede encontrar en portales de trabajo o en búsquedas de google colocando la palabra “freelance” y al lado, su profesión.
Otra fuente alternativa de ingreso que puede considerar es empezar a vender aquellos objetos que ya no use o no necesite tanto. Recuerde que actualmente hay una gran variedad de portales para venta de productos que puede usar y que no cobran tarifas adicionales. Larry Winget sugiere que productos tecnológicos pueden ayudarle a obtener un buen dinero, así que pueden ser los más útiles y efectivos.
• Cobrar viejas deudas
Es un salvavidas que puede considerar aunque, no siempre, resulte muy útil. Haga cuentas de a cuántas personas pudo haber prestado dinero los últimos meses y qué cantidades y quítese la pena de empezar a cobrar por ellas, dado el momento difícil por el cual puede estar pasando. Claro, considere a qué personas puede hacerles este reclamo y que sea en cantidades que realmente valgan la pena.
• ¿Avance de tarjeta de crédito?
Muchas personas pueden considerar que es una buena alternativa. Pero lo cierto es que un avance en efectivo de una tarjeta de crédito, siempre resultará muy costoso porque siempre son diferidos, automáticamente, a doce cuotas, cobrándole la respectiva tasa de interés. Entonces, la deuda le saldrá bastante costosa. Esto sólo podría resultar útil para la persona que cumpla con dos condiciones: una, tener la tarjeta “limpia”, es decir, libre de deudas y dos, que pueda pagar toda la deuda de manera inmediata, al siguiente mes; evitando el pago de intereses.
• Préstamos
Siempre será la primera solución que llegará a la mente: ya sea pedir prestado dinero a algún familiar o a algún amigo, o quizás también al fondo de empleados o la cooperativa. Quizá, en último lugar, considere un banco. La web de Bright Knowledge señala que este será el primer paso pero debe tener en cuenta varias consideraciones previas: una, sobre la cantidad (recuerde el número de supervivencia del que le hablamos anteriormente) y dos, que siempre deberá ser devuelto. Un préstamo siempre resultará más fácil entre conocidos, pero también puede convertirse en la base de discusiones y problemas, así que “cúrese en salud” al respecto.
• Pida un adelanto
Si tiene posibilidades de hacerlo en su trabajo, será una de las decisiones más convenientes. Hable con su jefe o su respectivo empleador y considere si hay opción de que le adelanten, al menos, una parte de su próxima quincena que le permita solventar los días que se vienen. MainStreet señala que esta es la primera opción que debe considerar y que, incluso, si tiene posibilidad de hacer horas extras o cualquier otra labor por la que le puedan dar un dinero adicional en su actual trabajo, debe considerar aprovecharlas al máximo.
• Avise a sus bancos, si es el caso
A veces el quedarse sin dinero también puede afectar su vida crediticia, porque implica que usted no puede pagar sus respectivas cuentas o facturas. Ante ello, la mayoría de la gente la decisión que toma es esperar al segundo mes o un aviso del banco en el que le anuncien que van a tomar medidas legales. Pero esto tiene unas graves consecuencias que le impedirán y dificultarán, a futuro, obtener nuevos créditos.
La decisión más inteligente que puede tomar es hablar con su entidad financiera y comentarle que ese mes se le dificulta hacer el respectivo pago. Y dado que a ellos no les conviene que usted no pague, le ofrecerán alternativas para que pueda sobrepasar ese momento complicado. Quizás por eso mismo le interese leer “¿Con muchas deudas? Aprenda a decidir qué pagar primero”.