domingo, 20 de septiembre de 2015

Razones no válidas para renunciar a un trabajo

Considerar abandonar un trabajo tiene que tener unos fundamentos bastante fuertes, ya sea porque se le presentó una nueva oportunidad laboral o porque simplemente existen razones que le dicen “ya no más”.

Razones no válidas para renunciar a un trabajo 
Razones no válidas para renunciar a un trabajo
A lo largo de la vida profesional se pueden presentar distintas situaciones y experiencias que lo pueden poner a prueba, tanto su paciencia, como sus habilidades profesionales o, incluso, el amor por su profesión. El verdadero reto está en cómo usted asuma esos momentos y la respuesta inmediata de reacción que tenga cuando se presenten.

Porque en la vida laboral no todo siempre es lindo y bueno, sino también hay momentos (días, meses o años) que pueden ser bastante difíciles de llevar y mantener, cuando no hay una satisfacción o porque existan necesidades de dinero que no le permitan considerar otras opciones.

No obstante, renunciar suele ser una salida facilista, en la mayoría de casos. Ya que es necesario “quemar otros cartuchos”, primero, antes de darse por vencido. Al respecto, CBS News consultó a un experto, Jayne Mattson, Vicepresidente Senior, en Keystone Associates, quien señala que es necesario evaluar todas las situaciones antes de decir que la solución es renunciar.


Porque, por ejemplo, puede que usted esté buscando o aceptando una nueva oferta laboral, esperando que ciertas situaciones cambien, cuando puede que usted sea el del problema y “quiera abandonar el barco”. Así, es necesario hacer un análisis exhaustivo a las situaciones que se presentan, para saber, en profundidad, las causas y no sea que solamente se esté viendo “la punta del iceberg”.

Entonces, piense bien su decisión si está basada en alguno de los siguientes argumentos:

1. Mejor paga: si bien es uno de los factores que motivan a la mayoría de empleados a buscar nuevas opciones de trabajo, no debe ser considerado como el único. Hay que mirar factores más allá de los monetarios ya que, por lo general, un trabajo mejor pago también implica más responsabilidades, más trabajo y más presión, lo que le puede restar calidad de vida. Además, debe evaluar otros factores que sí tiene su empresa y que, aunque no se traduzcan en dinero, pueden ayudarlo a sentir feliz, como horarios flexibles, bonificaciones a final de año, ambiente laboral tranquilo, opciones de ascenso o crecimiento profesional.

Cartucho a quemar: pida un aumento de salario o ponga en la balanza si el nuevo puesto realmente contrarresta lo que estaría perdiendo en su actual empresa.

2. Odia a su jefe: si bien es un factor fundamental que puede hacer que esté aburrido o cansado, es algo que se puede trabajar. La mayoría de personas le tiene miedo a las confrontaciones, pero a veces, los jefes también precisan de la retroalimentación de sus empleados para mejorar los procesos y las relaciones dentro del departamento que dirigen. Puede ser algo complicado, pero nunca será en vano ya que, por más “malgeniado” o terco que sea, siempre estarán prestos a escuchar y algo habrá de quedársele de la conversación que sostenga.

Cartucho a quemar: hable directamente, en buenos términos y con buena actitud. Comente lo que no le agrada y la forma como se siente y procure también establecer acuerdos. Dado el caso, acuda también al departamento de Recursos Humanos.

3. Tuvo un mal día o mala semana: a cualquiera le pasa, pero no por eso va a dejar todo tirado y, peor aún, dejar una mala imagen profesional ante los demás. Esto suele ser bastante común luego de haber cometido un error o de que su jefe lo haya culpado por algo que no le correspondía a usted o, también, por un inconveniente con un compañero. De acuerdo con The Guardian, incluso si usted trabaja en un trabajo que le gusta, es inevitable tener malos días.

Cartucho a quemar: deje que pase el tiempo, al menos, una semana. Recuerde cuáles fueron las razones iniciales por las que ingresó y quiso el trabajo que hoy tiene. Pero si finalmente considera que pesa más lo malo, que lo bueno, tiene algo que reconsiderar.

4. Siente que está sobrecargado de trabajo: hay personas que no son felices sintiéndose libres de trabajo como otras que consideran que tienen mucho. Claro, las altas cargas laborales pueden tener un impacto fuerte en su día a día pero, ¿cómo saber si realmente está sobrecargado? Puede que se trate de algo temporal o que los trabajos anteriores que usted haya tenido, hayan sido realmente suaves. Hable con colegas de su sector y comente su situación y pida su apreciación. Una vez cuente con su consejo, ya podrá saber cómo actuar.

Cartucho a quemar: verifique su calendario, puede que esté pasando por una temporada fuerte del sector en el que trabaja o si otro es el caso y le han asignado nuevas responsabilidades, no se vaya sin antes explicar que siente que tiene mucho que hacer y no cuenta con los recursos suficientes para lograrlo, ya sea de tiempo, técnicos o de personal.

5. No le caen bien sus compañeros: ¿y si quizá es usted el del problema? La mayoría de veces siempre se suele culpar al resto de lo que suceda, de un mal ambiente o de actitudes antipáticas, pero rara vez la persona misma es la que se pregunta si puede ser el factor desencadenante de eso. De acuerdo con Forbes, también puede verificar si establecer relaciones en otras áreas puede bastarle y ser suficiente, para sentirse un poco mejor en su trabajo.

Cartucho a quemar: intente alejarse de la situación, coméntele a alguien de confianza cómo se siente y evalúe su comportamiento y respuesta ante la actitud de los demás. En la mayoría de casos, suele tratarse de malos entendidos o confusiones que siempre tendrán una solución.

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