lunes, 13 de abril de 2015

Clientes olvidaron en cuentas bancarias unos 6,5 billones de pesos

Cerca de 24,6 millones de cuentas se encuentran inactivas desde hace 6 meses.

Se estima que en el país no menos de 23,4 millones de personas, entre adultos y menores de 18 años, tienen una cuenta de ahorros tradicional.
Se estima que en el país no menos de 23,4 millones de personas, entre adultos y menores de 18 años, tienen una cuenta de ahorros tradicional.

Pese a que en Colombia las cuentas de ahorro tradicionales, las de ahorro electrónico (CAE), las de trámite simplificado (CATS) y los depósitos electrónicos son hoy la principal puerta de entrada a la banca para miles de colombianos, la verdad es que casi con la misma velocidad con que estas se abren también son abandonadas por sus titulares.
Se estima que en el país no menos de 23,4 millones de personas, entre adultos y menores de 18 años, tienen una cuenta de ahorros tradicional. A esto se suman 3,3 millones de CAE, unas 104.000 CATS y 2,3 millones de depósitos electrónicos, diseñadas para que la población de menores ingresos acceda a la banca de manera fácil y rápida.

El impulso del Gobierno a la creación de estas nuevas cuentas ha permitido que hoy el país tenga un nivel de bancarización por encima del 72 por ciento, pero la cifra puede ser bastante menor dado que en la actualidad más de 5,5 millones de estos productos de ahorro se encuentran inactivos, significa que sus titulares no realizan transacciones en estos desde hace más de seis meses.
Por ejemplo, en las CAE, creadas en el 2008 (Decreto 4590) para que personas pertenecientes al nivel 1 del Sisbén y desplazados tuvieran acceso al sistema financiero, el nivel de inactividad toca a cerca de 1,5 millones de cuentas, es decir, el 45 por ciento de las 3,3 millones existentes, según el programa Banca de las Oportunidades.
En las CATS, que eliminó los requisitos engorrosos para su apertura y están vigentes desde el 2013, el 94,6 por ciento están activas, pero hasta agosto del año pasado solo existían 104.000, según la Central de Información Financiera (Cifin). De los depósitos electrónicos no hay cifras de inactividad.
A esto se suma que en las cuentas de ahorro tradicionales de los bancos, la tasa de inactividad llegó al 55,8 por ciento al cierre del año pasado y lo que muestran las estadísticas de la Superintendencia Financiera es que, mientras la apertura de nuevas cuentas crece al 10 por ciento, las ‘abandonadas’ lo hacen al 16,6 por ciento anual.
Estos datos se vuelven más reveladores si se observa que la plata congelada en estas cuentas, y en las corrientes ‘abandonadas’, superó los 6,5 billones de pesos al cierre del 2014, un billón de pesos más de lo que había en diciembre del 2013. 
Esos recursos serían suficientes para financiar la construcción de los primeros 12 kilómetros del metro para Bogotá o el 43,3 por ciento de su costo total, estimado en 15 billones de pesos.
Las causas
Pero ¿qué está afectando la dinámica de las cuentas de ahorro en el país? Por ejemplo, en las CAE, a través de las cuales se pagan los subsidios, esto se debe a un rediseño del programa ‘Más Familias en Acción’, para ampliar su cobertura, lo que obligó a la inscripción de nuevas personas y que salieran otras que no cumplían las condiciones establecidas. Así, al salir del programa, las personas dejaron de utilizar las cuentas.
En las tradicionales, esos motivos van desde la incapacidad de las personas para asumir los costos ocultos, comisiones e impuestos hasta la informalidad e inestabilidad laboral, la incapacidad de ahorro, los fenómenos migratorios y la muerte de los titulares. 
Los banqueros reconocen la existencia de este problema, pero también resaltan el notable crecimiento que se viene dando en esos nuevos productos diseñados para que haya más acceso de la población vulnerable al sistema financiero.
Es necesario desarrollar una clara política que fomente y estimule el uso de instrumentos de pago electrónicos, consolidando un amplio ecosistema transaccional. La banca considera muy importante la propuesta del Gobierno de incluir en el plan de desarrollo una meta de reducir el uso del efectivo en el país”, señala la Asobancaria al respecto.
Agrega, además, que esa iniciativa debe ser complementada con una estrategia de educación financiera para toda la población, una política que favorezca la formalización de la economía y el cumplimiento de las resoluciones expedidas por la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC) relacionadas con las tarifas vigentes para los mensajes de texto, claves para las cuentas electrónicas, y la tecnología telefonía ya autoriza que facilitan las transacciones por este medio.
Expertos señalan que el alto nivel de inactividad de las cuentas en Colombia, podría obedecer también a que las entidades no están ofreciendo productos interesantes y ajustados a las necesidades de los consumidores, razón por la cual recomiendan un mejor análisis antes de ofrecerlos al público.
Pero en la Asobancaria sostienen que las entidades están comprometidas con el desarrollo de productos dirigidos a satisfacer las necesidades de los clientes tanto desde el punto de vista transaccional, como de ahorro con diferentes paquetes de beneficios y remuneraciones.
“En cualquier caso, los beneficios de estos productos van más allá de una tasa de interés, pues incluye el acceso a un amplio portafolio de servicios y canales; mayor seguridad y tranquilidad al saber que su dinero se encuentra en una entidad confiable”, precisó el gremio.
Actúe ya
Las personas pueden reclamar el dinero cuando lo deseen. Sin embargo, buena parte debe ser trasladado al Tesoro Nacional cuando la inactividad de las cuentas supera el año. Además, los titulares quedan comprometidos a pagar cuota de manejo cuando se tiene una tarjeta débito.
Cuidado, porque falsos prestamistas las utilizan cuando exigen dinero para desembolsar un crédito.

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