Se busca obtener $ 53 billones en próximos 4 años. Mantienen pagos sobre patrimonio y el 4 x 1.000.
El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, explicó la nueva reforma tributaria, que va por 53 billones de pesos en 4 años.
Tras una meta de recaudo de 53 billones de pesos en cuatro años, el Gobierno radicó por fin la reforma tributaria que, pese a varios cambios de los planteamientos iniciales, para atender sugerencias de los gremios empresariales del país, terminó generando su descontento.
En el primer año, la iniciativa financiará los 12,5 billones de pesos que le faltan al Presupuesto General del 2015, y en los tres años restantes tiene la misión de mantener el recaudo en los 17 puntos del total de la producción de la economía.
Así lo sostuvo el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, quien defendió la propuesta como justa, pues “solo recae sobre las empresas, a las que llamamos para que apoyen las necesidades de inversión social que tiene el país”.
La nueva reforma, que conduce a que se siga pagando impuesto al patrimonio, con un tributo ahora llamado ‘a la riqueza’, que estará vigente entre el 2015 y el 2018, causó controversia.
Bruce Mac Master, presidente de la Andi, dijo que se sigue poniendo la carga sobre el patrimonio y sobre la renta, lo que “es inconveniente para atraer la inversión que requiere el país”.
Horacio Ayala, exdirector de la Dian, afirmó que la idea de presentar el impuesto al patrimonio como un tributo que se crea con un nombre distinto tiene el objetivo de evitar que las empresas con contratos de estabilidad jurídica hagan valer su derecho y queden excluidas del impuesto a la riqueza.
Otros puntos
La reforma también incluye una sobretasa de tres puntos adicionales para el impuesto sobre la renta conocido como Cree (regirá por cuatro años: del 2015 al 2018), mientras la tarifa del Cree aumentará del 8 al 9 por ciento.
De igual manera, se extiende por 4 años el gravamen a los movimientos financieros o 4 x 1.000, luego de los cuales empezará a desmontarse paulatinamente, hasta desaparecer en el 2022.
Además, el proyecto acaba con la devolución de dos puntos del IVA para las compras realizadas con dinero plástico, lo que, para el director de mercado laboral de la Universidad Externado, Stéfano Farné, “es intrascendente, pues estos dos puntos nunca se devolvieron”.
De igual manera, la iniciativa establece pena de cárcel de cuatro a nueve años por evasión contra quienes omitan activos desde alrededor de 8.000 millones de pesos o declaren deudas falsas.
La medida para identificar capitales colombianos que no se han dejado ver impondría una sobretasa de 10 por ciento a activos omitidos, lo que fue catalogado por Cárdenas como oportunidad generosa para los contribuyentes.
Otro punto que abordó la reforma fue el del control de las entidades sin ánimo de lucro, sobre las cuales ha habido indicios de alta evasión. Para ello, se establece que “se creará una comisión de expertos que revisará el régimen especial del impuesto sobre la renta, que se aplica entre otras a las entidades sin ánimo de lucro”, explicó Cárdenas.
¿A quién le pega?
Según cifras del jefe de las finanzas públicas, el nuevo impuesto a la riqueza será pagado por 35.000 empresas y 50.000 personas naturales. “No afectará en nada a la clase media del país”, sostuvo.
La medida transitoria del Cree (3 puntos adicionales) gravará utilidades superiores a 1.000 millones de pesos y recaerá sobre el 2,5 por ciento de empresas que hoy pagan este impuesto, informó Cárdenas.
Para Ayala, habrá impacto en la clase media por la vía de suprimir la devolución de los 2 puntos del IVA por compras con tarjeta de crédito.
Por su parte, el ministro sostuvo que el Gobierno, al igual que los contribuyentes, también aportará lo suyo, con el plan de austeridad, mediante el cual obtendrá 4 billones de pesos. De igual manera, se espera que el control de la evasión permita obtener 20 billones de pesos adicionales en 4 años.
Los puntos de la discordia
No sin antes reconocer que el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, ha escuchado sus planteamientos, los gremios mostraron inconformidad con la propuesta que destapó el Gobierno. Es más, se preparan para hacer una reunión extraordinaria con el ánimo de poner la lupa a lo que se pretende convertir en ley.
Precisamente, la intervención de los 21 miembros del Consejo Gremial Nacional, donde tienen asiento las organizaciones empresariales más grandes del país, hizo que en días pasados la propuesta de reforma diera un viraje, en particular en lo que tiene que ver con el impuesto al patrimonio. Fue así como el Gobierno desistió de bajar la base gravable a 750 millones de pesos, en vez de 1.000 millones (como está hoy).
Otro de los puntos con los cuales están en desacuerdo los gremios es con el de hacer una tributaria para 4 años, si se trata de una ley de financiamiento para el 2015. “No es conveniente hacer una reforma tributaria por 53 billones de pesos, como esta, si solo se busca financiar un faltante del presupuesto del 2015”, dijo Bruce Mac Master, presidente de la Andi, a lo que el Ministro de Hacienda replicó que hacer una reforma cada año genera incertidumbre.
Ambiente en el Congreso
Aunque se desconoce si en el Congreso habrá ambiente para aprobar la reforma tributaria como la presentó el Gobierno, durante el proceso de su elaboración se realizaron múltiples reuniones, principalmente con las comisiones económicas del Legislativo. Este viernes, Iván Duque, del Centro Democrático, partido de oposición, dijo que “hacer reformas tributarias improvisadas para tapar huecos, sin socialización, deja un mal precedente”.
Agregó que “se aprovechó un presupuesto desfinanciado para presentar una reforma grande. Nunca se dijo que iba a haber un aumento del impuesto de renta a través del Cree”.
Por su parte, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, sostuvo que la reforma se requiere “para mantener la inversión y la prosperidad y para seguir avanzando hacia la paz, la equidad y la educación”.
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