domingo, 19 de julio de 2020

El rebote de la economía tiende a ser en “V”

Ya se ven indicios en el panorama económico que presagian unos mejores meses, el rebote de la dinámica es evidente, sólo se espera que entre todos tengamos el control del virus

Utilizar letras del abecedario para visualizar curvas de comportamiento económico y de paso clasificar las recesiones es una costumbre bien extendida entre profesores de economía. La pregunta clave es: ¿Qué letra se puede usar para pronosticar la situación de Colombia durante los próximos meses? Son varias respuestas.

La primera tiene que ver con asegurar que se va a presentar un rebote, pues no sobra repetir que en los meses de abril y mayo se tocó fondo y que las cifras registradas en junio, y las que se observan en julio, muestran una clara tendencia al alza y una evidente mejoría; a lo que se suma que bien entrado los meses del “bre” las cosas para la oferta y la demanda serán a otro precio.

Es cierto que Colombia aún enfrenta lo más duro de la crisis sanitaria y que no hay mucha claridad del Ministerio de Salud sobre el “día pico” de contagios y muertes, pero la economía va por una vía alterna gracias a los planes de desescalonamiento de la cuarentena y el paso a paso de la entrada en actividad de los distintos sectores.

Indiscutiblemente, los días sin IVA han ayudado a sensibilizar a las empresas y a los consumidores de que sin comercio no hay posibilidad de recuperación. Muy pocas personas quieren sentarse a esperar un subsidio del gobierno sin ser dueños de sus ingresos y de su progreso. Los efectos secundarios de la cuarentena se han notado en la dinámica económica y el mundo se enfrenta a una recesión que va a variar de un país a otro.

Aunque la economía local está todavía lejos de recuperarse o de registrar cifras positivas como las de antes de la pandemia, algunos indicadores muestran un desescalonamiento. Elementos como la demanda de energía presenta mejoras, hubo un incremento de 7% el último mes; la venta de gasolina registró un incremento de 82%, en contraste con la caída de 65% del pasado febrero.

En junio hubo un repunte de producción por el desconfinamiento y el sector industrial dio el primer paso hacia la recuperación. La confianza del consumidor, aunque sigue en terreno negativo, perdió impulso y en mayo ascendió a -34%.

La confianza comercial de mayo fue de -9,2%, estando 16,3 puntos porcentuales por encima de abril, cuando cerró en -25,5%. Las cifras de exportaciones de mayo también registraron un aumento, pues pasaron de variar -52,3% en abril, frente a ese mismo mes de 2019, a -40,3%. La venta de vehículos en junio tuvo un reputen de 34% frente a mayo, con 11.956 matrículas nuevas.

Todo el anterior panorama hace creer que dado que el crecimiento económico se hundió en muy poco tiempo, pero se recupera rápidamente, se puede hablar de una recuperación colombiana será en forma de “V”. Esa es la letra que dibujan las curvas de las gráficas de análisis de los fundamentales de la microeconomía.

También puede ocurrir que si hay rebrotes entre agosto y septiembre, nuevamente tras otra veloz caída y recuperación del crecimiento en el último trimestre de drástica recuperación, la letra que mostrará la curva será una “W”.

Lo que no le sentaría nada bien al país es una nueva caída de los precios del petróleo, que de suceder, reflejaría una recuperación en “U”, en donde los meses de junio, julio y agosto, serían los de tocar fondo y alargarían en el tiempo las cifras malas. Todo está dispuesto para que se presente una ineludible “V”.


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