sábado, 7 de enero de 2017

El cambio, una cuestión de equilibrio


Juliana Sánchez, columnista online.




Todo cambio organizacional requiere una correcta gestión del factor humano para ser exitoso en la implementación. Conozca los factores necesarios para ser exitoso en este camino.

por Juliana Sánchez


En tiempos de turbulencia es cada vez más común la necesidad de implementar cambios; algunos pequeños, otros grandes, pero que, sin importar su dimensión,  siempre generan incomodidad, miedos y en ocasiones resistencias con consecuencias irreparables.  Lo importante en estos casos es saber cómo hacer una adecuada gestión que no solo involucre la parte técnica del proyecto, sino también el lado humano del mismo; proceso mejor conocido como gestión de cambio.
No importa el tamaño del cambio; si este implica una nueva forma de pensar o de hacer las cosas, no se puede olvidar a las personas pues en últimas, si ellos no cambian la forma en que hacen su trabajo, no importa qué tipo de cambio se está llevando a cabo, éste nunca será exitoso. Por eso, la gestión del cambio se plantea como ayuda para tener mejores resultados, en menor tiempo, pero sobretodo ciñéndose al presupuesto. Así, cada vez que se tiene un cambio que no cumple con el cronograma, que excede los costos y en el que se pierde talento valioso, se justifican las razones de por qué es importante ver al cambio como un tema humano.
En últimas, un proceso exitoso de cambio es el que busca por diferentes medios que las personas entiendan las razones por las que éste se está presentando, cómo éste los afectará en su vida personal y profesional y cuáles son las herramientas, recursos y habilidades que requieren para cambiar.  Todo esto tal vez haga parecer que Gestión Humana debería ser el responsable, pues se trata del lado “blando” del negocio, pero la verdad es que implica una alineación de las diferentes áreas del negocio para que pueda darse de una forma rápida y fluida. No se puede pensar que con mandar un correo electrónico explicando lo que va a pasar y con tener un líder que gerencia el proyecto es suficiente. Así, los factores críticos para asegurar el éxito de un proyecto de cambio son:
Padrino o Sponsor del proyecto:  la persona que asume este reto se convierte en el movilizador del proceso de cambio. Es alguien que está dispuesto a convertirse en el emisor de los mensajes acerca de las razones que tiene el negocio sobre cómo cambiar, es visible durante el proceso, modela el cambio y crea una coalición de relacionamiento directo con todos aquellos que puedan oponerse a la implementación del mismo.
Gestión del Proyecto: Aquí se definen los objetivos, alcance y actividades del proyectos; es decir, cuenta con el equipo encargado de implementar los cambios. Así, se debe tener un líder especializados en Gerencia de Proyectos y un equipo que dinamiza y ejecuta las actividades del mismo.
Gestión del Cambio:  Todas las actividades relacionadas con asegurar que las personas tengan una transición efectiva entre la situación actual y el futuro planteado. Esto incluye numerosos ejercicios de comunicación para entender el cambio, capacitación para adquirir las nuevas habilidades y planes de gestión de resistencia para asegurar que los objetivos puedan alcanzarse de la mejor manera posible.
Cuando uno de estos factores falla, la adopción de los nuevos procesos tiene un alto riesgo de fallar y de generar resistencias para futuros cambios que puedan llegar a necesitarse. Además, no olvide que contar con todos estos recursos contribuye con el éxito del negocio, pues en últimas la efectividad del cambio se mide por la velocidad de adopción del mismo, la utilización de los nuevos modelos o sistemas implementados y el nivel de desempeño adquirido; en otras palabras, se traduce en disminución de costos y aumento de la productividad.

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