Las desventajas de ser bajito y ‘gordito’ para su vida financiera

Pareciera que ya no solo importa la experiencia, el título y la “palanca” a la hora de conseguir un buen trabajo lo que, en teoría, se puede traducir también en unos buenos ingresos.

 

Entre tantos estudios que salen año tras año de las unidades investigativas de universidades y centros especializados, recientemente la Universidad de Biobank, de Reino Unido (publicada en el British Medical Journal), reveló que el peso, el índice de masa corporal y la estatura pueden llegar a tener una influencia a la hora de determinar qué tan exitoso se puede ser a nivel financiero.

Muchos pueden considerar que se trata simplemente de casualidades o que “en la vida real” no existe una correlación como tal, de estos factores. Pero en la evaluación que se les hizo a cerca de 12 mil participantes, se encontró que las personas consideradas como bajitas y pesadas tienden a tener un menor nivel socioeconómico que sus pares más delgados, más altos.

En cifras específicas, la investigación arrojó que:

• Cerca de 6 centímetros adicionales en estatura, podía llegar a ser una diferencia suficiente entre los hombres para ganar US$4.200 anuales adicionales.
• Aquellos hombres que se consideraban en condición de sobrepeso (según su masa corporal) podían llegar a ver una reducción en sus ingresos en comparación con quienes no lo eran.
• Una diferencia de 6 kilos podía hacer que una persona dejara de ganar US$1.600 anuales, en comparación con el promedio general.

Incluso, otra de las características particulares es que la correlación entre estatura y éxito financiero fue mayor para los hombres, mientras que la correspondiente a peso/ingresos, fue más pronunciada para las mujeres: “se evidencia de que las personas con sobrepeso, especialmente en las mujeres, están en desventaja y que las personas más altas, especialmente los hombres, tienen una ventaja", sugirieron los investigadores.

¿Qué tan cierto es?

Para muchos este tipo de datos e investigaciones puede llegar a resultar un poco irritante y ofensivo y si bien los mismos expertos explican que, aunque se necesitaría verificar mucho más a profundidad las condiciones de cada uno de los individuos, hay situaciones que se pueden llegar a determinar: cuando se trata de variables como el peso y la estatura, en el sentido en el que tuvieron una causa determinada por bajas condiciones económicas de acceso a la salud así como a la educación; se puede estimar una correlación.

Pero también hay variables genéticas que tienen una importante influencia, pues no se pueden controlar ni determinar para modificar factores como estos –sugieren los investigadores-. En esto, la educación y formación de los padres también tendrán que ver con la nutrición y la priorización del ejercicio.

Finalmente, hay otro elemento y es la percepción que tienen las personas de sí mismos: “quizás tenga algo que ver con la autoestima o síntomas de depresión, que puedan verse reflejados en el aspecto físico de una persona”.

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